Itinerario
La etapa 2 discurre por olivares centenarios hasta el km. 23, mientras que en su seguna parte, la más espectacualr, discurre por entre las norias (la de la Aceña y la de la Agusadera), sotos y lagunas del río Genil hasta el final de la etapa.
Esta Variante de las Etapas 14 y 15 de la Gran Senda de Málaga recorre la zona de lomas arcillosas y calizas que son el origen de la red de afluentes meridionales del río Genil a la altura del embalse de Iznájar. Luego en la segunda parte desciende al nivel del gran río para caminar por sus sotos fluviales y seguir su curso. La mayor parte del recorrido discurre por los términos municipales de Cuevas de San Marcos y Villanueva de Algaidas, con los primeros y últimos kilómetros por los municipios de origen y destino durante cortos tramos.
Resumen
Al contrario de la primera Etapa, esta deja casi completamente el mar de olivos malagueños y los ascensos y descensos a los cerros de blancas arcillas para realizar una muy suave bajada siguiendo a veces las curvas que describe el Genil. La mayor parte del recorrido discurre por el término municipal de Cuevas de San Marcos, con el último tramo en el municipio de Cuevas Bajas.
Se comienza desde las proximidades del embalse de Iznájar, que comparten las provincias de Córdoba, Málaga y Granada. El también conocido como Lago de Andalucía se ve solamente al comienzo de la Etapa, siendo el de mayor capacidad de la Comunidad Autónoma, con 981 Hm3, ocupando una enorme superficie y ofreciendo 100 kilómetros de orillas.
Además de pistas de tierra paralelas al cauce, antiguas vías de comunicación ribereñas o viales de gestión de los regadíos, la Etapa utiliza algunas estrechas sendas en su camino al lado del río Genil y en la misma dirección que las aguas, hacia el sudoeste, dibujando la forma del mayor meandro que traza el curso fluvial en las arcillas y yesos de las campiñas malagueña y cordobesa que delimita.
Cuevas de San Marcos está a cierta altura, 430 metros de altitud, sobre el amplio valle del que lo separan algo más de 100 metros de cota. Atravesando olivares centenarios y cada uno de los arroyos y torrenteras que desde las lomas de la Etapa anterior desaguan en el gran río, esa pendiente se solventa en los primeros 4 kilómetros.
A partir de ahí el recorrido es básicamente fluvial. Afortunadamente, el río mantiene un caudal aceptable, merced a la política medioambiental con que se gestiona el embalse, e incluso posibilita la práctica del descenso de aguas bravas después de las sueltas controladas. Este caudal permite que se conserven de manera excepcional los sotos fluviales, quizá el mayor atractivo de este interesante recorrido.
Pero esta exuberante franja natural conserva también vestigios que para el resto de la provincia pueden resultar sorprendentes, como las norias para regadío de la Aceña y la de la Agusadera, que se explican mediante carteles alusivos a propios y foráneos.
Lo mejor
Recorrer las laderas del río Genil en la misma dirección que las aguas y, sin dejar los olivares, tener la ocasión de visitar las espectaculares norias de la Aceña y de la Aguasadera.