Itinerario
Se trata de un sendero lineal de escasa dificultad que transita en la mitad del itinerario por caminos asfaltados u hormigonados, alternándose de forma continua ambos tipos, por lo que habrá que extremar la precaución en las zonas en las que exista coincidencia con tráfico rodado.
Prácticamente todo el recorrido discurre de forma paralela al río Guadalcobacín (que marca la frontera entre los términos municipales de Ronda y Arriate) o en sus inmediaciones. De hecho, tendremos que cruzar dicho río. Este hecho marcará buena parte del paisaje, ya que tendremos cerca el bosque galería del río con sus especies propias como olmos, álamos, chopos, etc…
Senderos que enlazan:
- Enlace con el PR-A 250 De Arriate a Ronda al inicio
- Cruce con la Etapa 3 del GR 7 E-4 Tarifa Atenas en el km 7
- Coincidencia parcial con el SL-A 10 Profesor Paco Marín
Resumen
La Etapa 4 pone fin al recorrido por las sierras Béticas de la Variante 249-5 entre Campillos y Ronda, y lo hace por una zona de arcillas y calcarenitas, el ancho valle fluvial cruzado por el río Guadalcobacín y su afluente el arroyo de la Ventilla. A ambos lados, un paisaje en espejo de huertas, cultivos de cereal, olivar y viñedo y, coronando los cerros, bosques de encinas o pinos. El trazado es paralelo al río, hacia el sudoeste, que se torna dirección sur a partir de cuando se cruza para ascender a Ronda.
Dos parajes singulares marcan el origen y el destino de la etapa. Se comienza en el encajonado cauce del arroyo de la Ventilla, declarado Complejo Ribereño de Interés Ambiental por sus valores naturales, que corta y vertebra al bonito pueblo de Arriate. El final es el pinar con encinas centenarias de la Dehesa del Mercadillo, protegido como Parque Periurbano.
El recorrido es bastante asequible, sin desniveles importantes. La primera parte juega a ascender varias veces sobre el nivel del río Guadalcobacín y descender otras tantas hasta la altura del soto fluvial con sus huertas. La última parte sí que supone una cuesta importante, de unos 200 metros de desnivel desde los 500 metros de altitud del río, que por cierto hay que vadear.
Desde el punto de vista antrópico y paisajítico lo principal del recorrido está en las feraces huertas que jalonan el Sendero desde la salida de Arriate por las Huertas Primeras hasta la Huerta Alcubillas donde se cruza la vía de ferrocarril. De hecho, gran parte del camino está situado en el cambio entre las huertas con sus acequias y los cultivos de secano, pertenecientes a cientos de pequeñas propiedades que conforman un mosaico tremendamente atractivo con vistas panorámicas desde el final de Etapa.
El contrapunto a este entorno antropizado es una alta biodiversidad, a resultas del respetuoso y tradicional modo de cultivo y la existencia de kilómetros de setos naturales perimetrales, bosques islas y el bosque de ribera del Guadalcobacín. Es una Etapa muy recomendable para la observación de fauna.
Lo mejor
En Arriate destaca la Iglesia de San Juan de Letrán, que data del siglo XVII y en su interior destaca la cubierta de armadura mudéjar realizada por Francisco Hernández y Andrés Valverde en 1629. Desde el punto de vista de la naturaleza señalar la Garganta del arroyo de la Ventilla, un espacio natural de gran belleza situado en las inmediaciones del casco urbano y al que se puede llegar por un sendero habilitado.
La ciudad de Ronda cuenta con un enorme patrimonio histórico artístico civil y religioso, además de los numerosos museos que hacen que merezca una visita detenida (murallas y puertas árabes, Puente Nuevo sobre el Tajo, Baños árabes, Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería, numerosos palacios, etc.) . En Ronda destaca el impresionante bosque mediterráneo por el que discurre esta etapa, con impresionantes ejemplares de encinas y quejigos, además de arbustos como la coscoja. Por otra parte, el término municipal de Ronda cuenta con superficie en los parques naturales de Grazalema y Sierra de las Nieves, de alto valor ecológico.