Entorno natural
La Etapa se sumerge completamente en las laderas suroccidentales de sierra Almijara, que desde el nivel del mar en los Acantilados de Maro asciende hasta los 1.831 m del pico Navachica. El relieve es sumamente accidentado, generado por las dolomías predominantes que se caracterizan por su erosión formando canchales y arenales de enorme pendiente y desarrollo, pero también muchísimos cortados calcáreos en las zonas de cumbres y en los cahorros, el nombre local de las gargantas fluviales.
En el recorrido por la sierra de En medio, con vistas espectaculares a los tajos más señeros como el Almendrón o el Sol, se cruza el río Chíllar (uno de los ríos axárquicos más famosos, de 17 km de longitud) y su tributario el Higuerón, algo menos largo y caudaloso. Estos ríos tienen aguas permanentes, al menos durante su recorrido por el Parque Natural de la Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, en el que se desarrolla todo el Sendero. Son cauces cerrados en valles muy encajados con graveras en el fondo, pero también fondos compactados por la acumulación calcárea, que forma frecuentes cascadas de tobas y travertinos. Por el contrario, el Barranco de la Coladilla donde comienza la Etapa sí que suele estar seco por lo normal.
La vegetación de estos ríos (e incluso las acequias) se compone de carrizos, adelfas, zarzas y juncos, pero solo en unos pocos enclaves se puede hablar con propiedad de bosque galería. La arboleda preponderante está formada por sauces y algunos fresnos. Son muy importantes los travertinos en estos ríos calcáreos, y en ellos, sobre las aguas, medran los culantrillos de pozo y las flores de la viuda o acericos. Cerca de las orillas abundan los grandes lentiscos y bojes mezclados con los pinos carrascos de buen porte y quejigos. Entre la fauna ribereña, destacar que hay culebras viperinas y de collar y son frecuentes las ranas y sapos comunes. Las citas de la mariposa diurna Blanca catalana (Pieris nanni) en la provincia se restringen, y de manera muy puntual, a estos entornos almijareños.
Fuera de las zonas de ribera, las laderas de fuerte pendiente están colonizadas principalmente por un bosque casi monoespecífico de pinos carrascos, si bien aparecen esporádicamente encinas e incluso quejigos. Hay zonas en las que los árboles son de escaso porte, otras donde domina el matorral y algunas otras con ejemplares de mayores dimensiones por haber escapado a los fuegos. Los secos pedregales están ocupados por matorral mediterráneo, espartales con romero y tomillo, abulagas y a veces abundantes palmitos, enebros o acebuches. Al final del recorrido aparecen también el bayón (Osyris lanceolata), el aladierno (Rhamnus alaternus) y las violetas arbóreas.
Pero las joyas botánicas del recorrido están justo al principio, puesto que es este el mejor punto de la Gran Senda de Málaga donde se pueden observar dos especies de arbustos relictos de la flora tirrénica de origen Mioceno y que cuentan con alto grado de protección, e incluso programas de conservación específicos. El más abundante es el boj andaluz (Buxus baleárica), que a veces forma bojedas en fondos de barranco y tiene una distribución muy localizada en el litoral malagueño y granadino. El otro es la olivilla (Cneorum tricoccum), de distribución andaluza todavía más restringida y una de las joyas botánicas de la provincia. Los acompaña el espino cambrón (Maytenus senegalensis) una especie de arbusto espinoso amenazada y catalogada como vulnerable que gusta de la influencia costera, y matagallos, palmitos, esparragueras, algarrobos y coscojas.
En las zonas despejadas, matorrales aclarados y bordes de camino son muy frecuentes la lagartija colilarga y la colirroja. Las aves forestales están muy bien representadas, con las águilas culebrera y calzada y aves como los arrendajos o los pinzones comunes. Sobrevuelan también las águilas real y perdicera en zonas más de sierra. Estos pinares térmicos son ideales para el piquituerto, tanto en los de pinos carrasco como en los de resinero. Es el único pájaro malagueño con un pico muy particular, con las dos mandíbulas cruzadas en la punta para separar las escamas de las piñas y extraer el pión con la lengua.
Esta etapa es una de las de mayor biodiversidad de toda la Gran Senda de Málaga y además en ella se encuentra una de las joyas entomológicas del sur ibérico, el neuróptero Tricholeon relictus. Se trata de un endemismo ibérico descrito para la ciencia, solo conocida de las provincias de Málaga, Granada, Jaén y Valencia. Es de costumbres cavernícolas, es decir, vive en cuevas y minas, aunque se ha adaptado a los sótanos de las viviendas, lugares que recrean su hábitat natural. La larva es depredadora y se cubre el cuerpo con restos de tierra, siendo capaz de pasar largos periodos de tiempo inmóvil aguardando a su presa. El adulto vuela al atardecer y ocasionalmente acude a la luz.
La cabra hispánica es especialmente abundante al principio del recorrido, siendo famosas sus andanzas incluso en los acantilados marinos, y recientemente se ha introducido el corzo morisco en esta zona del Parque Natural, un ungulado que prefiere bosques más densos. En el Pinarillo es relativamente fácil toparse con un roedor de distribución más bien escasa en la provincia, la ardilla roja, que fabrica nidos para la reproducción y echar la siesta en verano.
Recientemente los mayores lagartos ibéricos (pueden sobrepasar los 70 cm de longitud total) se han escindido en dos especies. El ocelado está más distribuido por la provincia, pero es esta zona de la Axarquía la que parece ser el límite occidental del lagarto bético (Timon nevadensis), mucho más difícil de ver en Málaga. Al encontrarse aquí ambas especies, es el mejor lugar para distinguirlas. El lagarto bético tiene una coloración gris verdosa con tonos ocres y carece de las escamas negras en el dorso. Las marcas circulares azules que le dan el nombre al ocelado son más infrecuentes. A ambas especies les gustan los claros en el matorral y zonas rocosas donde esconderse, alimentándose de principalmente de artrópodos, pequeños animales y frutos. También es un excelente lugar para las lagartija colirroja y colilarga.