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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 16. Cuevas Bajas - Alameda

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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 16. Cuevas Bajas - Alameda
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Tipo etapa Lineal
Tipo localización Campiña
Tipo de firme Carril de tierra en su mayoría
Distancia 21200 m.
Tiempo estimado 4:45 h.
Punto de inicio Río Burriana. Cuevas Bajas (SE)
Altitud 325 m.
Punto de llegada El Ventorrillo. Alameda (E)
Altitud 495 m.
Desnivel neto en metros 425 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 310 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 125 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 2
Orientación en el itinerario 1
Dificultad en el desplazamiento 1
Cantidad de esfuerzo necesario 3
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Senderos que enlazan
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 21200
    Tramos de asfalto o cemento 1000 5 %
    Tramos de pista o camino forestal 20200 95 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales
    1 Inicio río Burriana 30S

    x=37.2328478301692 y=-4.48897407340928

    0,0 km
    2 Cortijo Pajariego 30S

    x=37.2115314724624 y=-4.48394589015493

    2,8 km
    3 Cortijo San Ramón 30S

    x=37.2062410716581 y=-4.49823209005785

    5,1 km
    4 Cortijo de la Sarteneja 30S

    x=37.2040529232207 y=-4.52140111456606

    7,2 km
    5 Cortijo de la Capilla 30S

    x=37.1996708762371 y=-4.54588737802578

    10,5 km
    6 Cortijo del Realengo 30S

    x=37.2034285295323 y=-4.56925486185958

    13,0 km
    7 Bosque isla Cortijo Serafina 30S

    x=37.18859383765969 y=-4.597495044575041

    16,2 km
    8 Arroyo de Gaén 30S

    x=37.1984710253964 y=-4.61089702016852

    18,3 km
    9 El Ventorrillo. Alameda 30S

    x=37.2018482781235 y=-4.64323921847204 z=495

    21,2 km
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie
    • En bicicleta

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios
Establecimientos Gran Senda
Puntos de interés
Accesibilidad

Multimedia

Imágenes
Vídeos
Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
Los ríos y el agua
Fauna
  • Entorno natural

    Cuevas Bajas está al nivel del río Genil, con lo que cualquier ruta que se dirija hacia el altiplano de Antequera debe ascender. La etapa 16 lo hace, hacia el sur, por la loma que separa los dos cursos de agua principales de la zona, el río Burriana y Barranco Hondo. Hasta Alameda hay un largo periplo por el mar de olivos y cultivos de secano de Antequera, con un rosario de espectaculares cortijos repartidos por inmensas fincas, como centros neurálgicos de estas grandes explotaciones agrarias donde también se practica la caza menor.

    El río Burriana ha sido encauzado a su paso por la localidad de Cuevas Bajas, y apenas cuenta con algunos carrizos, aneas y cañaverales. Entre los árboles, sólo álamos, tarajes y chopos. El cauce tiene bastantes sedimentos arrastrados de las lomas cercanas y todavía se ven los efectos de las riadas ocasionales. La cercanía con las vegas del Río Genil proporciona al senderista la posibilidad de ver alguna noria o los sistemas de acequias de riego.

    Barranco Hondo resulta ser una rambla a menudo seca donde persisten los tarajes, adaptados a suelos salinos. El camino lo cruza y asciende por la loma que hace de divisoria de cuencas con el anterior río. Ya al final de la etapa se cruza otro cauce, el del Arroyo Gaén, que si bien en la zona presenta un aspecto desangelado, más abajo (hacia la derecha) cobija varias zonas de matorral primigenio con árboles autóctonos.

    La etapa es bastante larga y en principio podría resultar monótona, pero afortunadamente hay bastantes elementos que dinamizan el paisaje, un par de ellos realmente singulares. Aparte de las cortijadas tradicionales, las lagunas que se localizan en los alrededores de uno de ellos, el de la Sarteneja, suponen un oasis hídrico para un sinnúmero de aves y algunos anfibios. Como también son un refugio para los mamíferos y aves, cinegéticos o no, los inesperados bosques islas entre los cortijos de la Serafina y el Duende. Varios son de buenas dimensiones y se encuentran en pleno sendero, con lo que es fácil apreciar la vida que bulle en ellos o la red de conejeras que los socavan.

    Bajo las encinas y coscojas prosperan algunos arbustos propios del sotobosque del monte mediterráneo, conformando un abigarrado e impenetrable seto. Ahí es posible localizar algunas enredaderas, el matagallo o la abulaga. Y también la Jara estepa o blanca (Cistus albidus), llamada Ardivieja en algunos lugares de Málaga pues sus ramillas interiores secas se utilizaban para prender la lumbre. No obstante, tiene muchísimos nombres vernáculos, dado que es una planta muy extendida y conocida que crece desde el nivel del mar hasta los 1.000 metros de altitud. De todas las jaras malagueñas, es la que tiene un color más claro, un verde pálido en las hojas, recubiertas de una fina y suave pilosidad. Forma parte de los encinares degradados y de los terrenos en recuperación, con atractivas pero efímeras flores de color rosa con botón central amarillo.

    En estos bosques isla, de importancia capital, se ve carbonero, alcaudón común y pinzón vulgar. En invierno hay concentraciones de ratoneros comunes huyendo de los fríos norteños, y no es raro observar algún aguilucho pálido, milano real o esmerejón

    En todos lados aparecen los cagarruteros propios de un animal antaño mucho más abundante, el Conejo (Oryctolagus cuniculus). Este lagomorfo pariente de la liebre es mucho más pequeño que esta, de coloración pardo grisácea y orejas más cortas. Excepto en la alta montaña o en bosques muy densos, donde se rarifica, está presente en casi cualquier ecosistema, incluidas las dunas litorales, pero es en esta zona donde se dan las mayores densidades provinciales, sobre todo en linderos y márgenes de vías de comunicación. Aunque necesita suelos blandos para excavar sus madrigueras, las sustituye por roquedos, grietas, muros o majanos si es necesario. El conejo está potencialmente presente en la dieta de todos los carnívoros malagueños, muchas rapaces y otros animales, con lo que se considera especie clave de los ecosistemas mediterráneos. Por ello, la merma que sufren sus poblaciones a causa de la mixomatosis en verano y la neumonía hemorrágica en invierno afectan directamente a esas especies.

    Desde el punto de vista medioambiental lo más destacado son las lagunas de la Sarteneja. La primera que se ve es la mayor, enfrente del cortijo. Es muy somera pero con una lámina de agua bastante extensa, lo que permite la visita de numerosas aves. En un cruce inmediato de carriles, hacia la izquierda, hay un acceso entre una casa abandonada y unos setos de hierba de la pampa que llevan hasta el dique de separación de ésta con una laguna profunda que mantiene el agua más tiempo, como demuestra el cordón de juncos perimetral, permitiendo la vida a patos buceadores como los zampullines. Hay unos grandes eucaliptos entre ambas y un bosquecillo de tarajes.

    Un poco más adelante, al lado de la autovía, hay otra zona que se encharca, de tamaño intermedio entre las anteriores y menos interesante desde el punto de vista de la vegetación. En estos humedales se producen concentraciones de ánades reales durante el invierno, junto a fochas comunes. También pueden observarse polla de agua, chorlito dorado en invierno, e incluso flamencos y garzas reales.

    Estas lagunas temporales ofrecen uno de los mayores espectáculos de la naturaleza malagueña: la emergencia de los Braquiópodos. Estos seres son unos crustáceos, como que las gambas, langostinos o cangrejos. Sin embargo, se han adaptado a la temporalidad de las aguas y a resistir años o décadas en el suelo seco, en la fase de huevos. Así, los huevos de algunas especies como el Triops, son capaces de aguantar, además de la sequía de la laguna, el cultivo agrícola (tanto cereal y otros de secano como los olivos), el movimiento de tierras y el uso de productos fitosanitarios. Cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas y se llenan las lagunas temporales lo suficiente, emergen los Triops de sus huevos y en pocas semanas completan su ciclo, dejando unos huevos que podrán pasar de nuevos años o décadas antes de poder eclosionar.

    Los extensos campos de la ruta se consideran el sustituto paisajístico de las estepas, que en puridad son las praderas herbáceas de cobertura permanente.  Muy bien representados aquí, estos entornos acogen a un tipo de avifauna particular, que está restringida a la Málaga más septentrional y constituyen una comunidad singular en el contexto europeo que actualmente requiere de esfuerzos de conservación para especies como el sisón y el aguilucho cenizo, pero también la alondra, la calandria o una pequeña población del escaso alzacola. También está presente el alcaraván (Burhinus oedicnemus), llamado en Málaga alcarril o alcarrí, probablemente como onomatopeya del lastimero y muy distintivo canto que emite en el crepúsculo, cuando el resto de las aves no muestran actividad. Se le considera una limícola, si bien habita en lugares secos y abiertos, como pastizales o estas áreas cultivadas. De tamaño medio, tiene colores muy crípticos y diseño barreado, destacando sus grandes ojos y su pico amarillo con punta negra. Residente en la provincia, anida en el suelo donde pone de uno a tres huevos.

  • Los ríos y el agua

    El río Burriana ha sido encauzado a su paso por la localidad de Cuevas Bajas, y apenas cuenta con algunos carrizos, aneas y cañaverales. Entre los árboles, solo álamos, tarajes y chopos. El cauce tiene bastantes sedimentos arrastrados de las lomas cercanas y todavía se ven los efectos de las riadas del 2012. La cercanía con las vegas del Río Genil proporciona al senderista la posibilidad de ver alguna noria o los sistemas de acequias de riego.

    Barranco Hondo resulta ser una rambla a menudo seca donde persisten los tarajes, adaptados a suelos salinos. El camino lo cruza y asciende por la loma que hace de divisoria de cuencas con el anterior río.

    Ya al final se cruza otro cauce, el del Arroyo Gaén, que si bien en la zona presenta un aspecto desangelado, más abajo (hacia la derecha) cobija varias zonas de matorral primigenio con árboles autóctonos.

    Desde el punto de vista medioambiental lo más destacado son las lagunas de la Sarteneja. La primera que se ve es la mayor, enfrente del cortijo. Es muy somera pero con una lámina de agua bastante extensa, lo que permite la visita de fochas, garzas y flamencos. En un cruce inmediato de carriles, hacia la izquierda, hay un acceso entre una casa abandonada y unos setos de hierba de la pampa que llevan hasta el dique de separación de la laguna descrita con otra más profunda que mantiene el agua más tiempo como demuestra el cordón de juncos perimetral, permitiendo la vida a patos buceadores como los zampullines. Hay unos grandes eucaliptos entre ambas y un bosquecillo de tarajes.

    Un poco más adelante, al lado de la autovía, hay otra zona que se encharca, de tamaño intermedio entre las anteriores y menos interesante desde el punto de vista de la vegetación.

  • Fauna

    Aves

    Los primeros pasos de la etapa se hacen junto al arroyo de Barranco Hondo y muy pronto la senda se adentra de nuevo en el olivar, que nos acompañará, en alternancia con mosaicos de cultivos herbáceos de secano, hasta el final de la etapa. En las cercanías del cortijo de la sarteneja encontramos zonas inundables que, cuando tienen agua, acogen especies acuáticas que contrastan con lo observado hasta ese momento. Una vez se cruza la autovía (A-45) de nuevo se entra en la alternancia entre olivar y cultivos de cereal, con la presencia de un bosquete isla de encinas que aporta diversidad a la avifauna. El tramo final se hace a través de un olivar, que tan sólo se ve alterado por la presencia de los típicos cortijos de la zona.

    Especies Singulares

    Golondrinas y aviones comunes, junto a estorninos, gorriones y la cada vez más frecuente tórtola turca son, probablemente las primeras especies que observaremos, aunque la presencia del arroyo en los primeros compases de la etapa hará que aumente de forma notable nuestro listado. Ligadas al río aparecerán ruiseñor común, tarabilla, ruiseñor bastardo, curruca cabecinegra, carbonero común, así como los fringílidos propios de esta zona de la etapa (principalmente jilguero, verderón y verdecillo). En la estructura del puentebajo el cual  pasamos, aún en el entorno del río, nidifica la forma doméstica de las palomas bravías, las cuales levantarán el vuelo a nuestro paso.

    A partir de este punto nos vamos adentrando en el olivar y las especies más frecuentes pasarán a ser la perdiz roja, tórtola común, abubilla, cogujada común, zorzal común, mirlo común, petirrojo, curruca capirotada, mosquitero común, carbonero común, rabilargo y triguero, además de las especies previamente destacadas. Durante la primavera podremos observar también abejarucos y las tres especies de vencejos más frecuentes de la provincia (pálido, común y real), que encuentran en las vaguadas zonas apropiadas de alimentación. También podremos observar rapaces como las águilas culebrera, perdicera, calzada y real, atraídas por la presencia de presas, y ratonero común y cernícalo vulgar; durante la primavera y el verano también podremos observar aguilucho cenizo, especie que se reproduce en las cercanías de nuestro camino.

    Una vez lleguemos a Barranco Hondo dejaremos a nuestra izquierda una zona dedicada al cultivo de herbáceas de secano (cereal o garbanzo, dependiendo del año), que representa el ambiente propio de las zonas esteparias de la provincia, y aquí podremos observar el mencionado aguilucho cenizo, cernícalo primilla, alcaraván, sisón, alondra y calandria. Otras especies presentes en la zona son el cernícalo vulgar, lechuza común, mochuelo, búho real, perdiz roja, codorniz, buitrón, alcaudón común, cuervo y, aunque resulta muy poco frecuente, también podríamos observar a la escasa ortega. Durante la primavera y el mes de junio tendremos ocasión de observar pagazas piconegras, que se desplazan desde la laguna de Fuentedepiedra en busca de alimento.
    En el humedal del cortijo de La Sarteneja se producen concentraciones de ánades reales durante el invierno, junto a fochas comunes. También pueden observarse zampullín chico, garza real, polla de agua, ánade real, chorlito dorado en invierno, e incluso flamencos.

    Aunque el resto de etapa transcurre por olivar, la zona que encontramos justo después del cortijo de La Capilla acoge durante la reproducción una población del escaso alzacola. La presencia de una formación de encinas favorece que en esta zona aparezcan paseriformes propios de estos ambientes como carbonero, alcaudón común y pinzón vulgar. En invierno en suelen producirse aquí concentraciones de ratoneros comunes, probablemente procedentes de latitudes más septentrionales, y no es raro que les acompañe algún aguilucho pálido, milano real o esmerejón.

    Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.