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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 17. Alameda - Fuente de Piedra

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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 17. Alameda - Fuente de Piedra
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Tipo etapa Lineal
Tipo localización Campiña
Tipo de firme Carril de tierra en su mayoría
Distancia 18600 m.
Tiempo estimado 3:55 h.
Punto de inicio El Ventorrillo, Alameda (E)
Altitud 495 m.
Punto de llegada Laguna, Fuente de Piedra (O)
Altitud 420 m.
Desnivel neto en metros 220 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 60 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 160 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 1
Orientación en el itinerario 1
Dificultad en el desplazamiento 1
Cantidad de esfuerzo necesario 3
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Senderos que enlazan
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 18600
    Tramos de asfalto o cemento 3900 79 %
    Tramos de pista o camino forestal 14700 21 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales
    1 El Ventorrillo. Alameda 30S

    x=37.2018482781235 y=-4.64323921847204 z=495

    0,0 km
    2 Bosque isla de la Sierra de Molina 30S

    x=37.1783802011413 y=-4.65215866744404

    3,2 km
    3 Cortijo de la Camorra 30S

    x=37.1691309176392 y=-4.64646103545372

    4,4 km
    4 Almendral 30S

    x=37.1660430568402 y=-4.64554936303114

    4,9 km
    5 Pinares de Vergara 30S

    x=37.1590595767055 y=-4.65254881063816

    6,0 km
    6 Nacimiento del Santillán 30S

    x=37.1499090153177 y=-4.68343798354032

    9,2 km
    7 Línea de AVE 30S

    x=37.1504286709633 y=-4.69251369781296

    11,5 km
    8 Giro al Sur 30S

    x=37.1586715771978 y=-4.73393545523341

    14,0 km
    9 Fuente de Piedra. 30S

    x=37.1329527642014 y=-4.72992607656903

    17,0 km
    10 Centro de Visitantes José Antonio Valverde 30S

    x=37.1327681092498 y=-4.74252989984609

    18,6 km
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie
    • En bicicleta

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios
Establecimientos Gran Senda
Puntos de interés
Accesibilidad

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Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
Los ríos y el agua
Fauna
  • Entorno natural

    Alameda y Fuente de Piedra, principio y final de etapa, se encuentran en una línea recta nordeste suroeste pero separadas por las Sierras de la Camorra o de Mollina. El recorrido opta por rodear la sierra por el sur para describir una suave curva hacia el oeste, subiendo un pequeño puerto situado en la falda de la montaña repoblada de pinos. Gira hacia la derecha progresivamente y atraviesa una zona forestal hasta que sale de nuevo a la campiña para llegar al Nacimiento del arroyo Santillán y su Área Recreativa. Ya en el llano y entre cultivos de secano y regadío, entra por el norte al pueblo de Fuente de Piedra, realiza un giro hacia el oeste y, termina en el Centro de Visitantes José Antonio Valverde.

    La Sierra de la Camorra es un obstáculo demasiado importante como para abordar su ascensión, de modo que la elección de rodearla por su parte meridional es la mejor para conocer al menos algo de la vegetación que la debiera cubrir. Los dos bosques de mayores dimensiones se pueden visitar durante la etapa, los situados en los flancos oeste y sur. Se observa un poco de encinar, pero es el pinar de pino carrasco el que domina la foresta. Hay además unas buenas panorámicas de la Vega de Antequera durante la bajada, cerca de una zona de cuevas.

    Se transita entonces por un almendral casi abandonado y más tarde el sendero está totalmente entre pinos, con matagallos, aulagas, jaras y algún lentisco. Es posible localizar algunas bulbosas en estos pastizales en recuperación, como la diminuta pero atractiva campanita o escila de otoño (Prospero autumnale), realmente abundante en los meses más fríos. O la curiosa Biarum arundanum, una plantita de flores solitarias de color púrpura con hojas lanceoladas que florece al final del verano y despide un olor a putrefacción con el que atrae a moscas y otros insectos polinizadores al interior de la flor, en cuyo interior se disponen los estambres alrededor de un largo apéndice cilíndrico. Comparte época de floración con la quitameriendas (Crocus serotinus), de flores rosas mucho más vistosas, con estambres y pistilos de típico color azafranado; reciben ese nombre por aparecer justo cuando los días empiezan a acortar y se reducen el número de comidas realizadas.

    El animal emblema de esta ruta es sin duda un ave, el rabilargo ibérico (Cyanopica cooki), porque quizá sea el piedemonte de la Camorra el mejor lugar para observarlo, siempre en sus característicos grupitos de correría entre los cultivos y las masas arboladas, muchas veces posados en el suelo buscando animales pequeños, bayas o frutos. Durante años se pensó que los rabilargos del Extremo Oriente y los ibéricos pertenecían a una sola especie con una distribución realmente extraña, por la distancia, pero ahora se sabe que son especies diferentes. El más grácil y estilizado de nuestros córvidos, es de menor tamaño y en su coloración destacan los tonos azulados, blancos, negros y marrones, con una larga cola distintiva. Aunque indistinguibles entre sí, en las poblaciones el porcentaje de machos es mucho mayor que el de hembras, y los no reproductores suelen colaborar con las parejas con nidada para la cría de los pollos.

    Las lomitas de la izquierda son la de Vergara y la del Pegote, y entre ellas y la sierra, la zona con mayor densidad vegetal del paraje. El resto de la sierra ha sufrido con mayor o menor intensidad la acción de los incendios forestales. Aquí hay que resaltar la presencia de abulagas, matagallos, jaras blanca y romero.

    La gran protagonista del recorrido en cuanto al agua es la propia sierra, aparentemente seca pero que guarda en su interior el secreto de cuantos nacimientos la rodean, el más importante el del arroyo Santillán. Son muy numerosas las cavidades exploradas en la mole caliza, testigos de esa circulación subterránea retardada y encauzada por la carstificación del terreno. Cabe destacar la Cueva de los Órganos por su extensión, la Sima del Soldado por su profundidad o la de las Goteras. Otras son solamente abrigos, menos importantes desde el punto de vista deportivo pero sí para algunas especies animales y vegetales de comportamiento rupícola (en sus bocas) o cavernícola. En cualquier caso, todas ellas tienen algo que ver con la acción erosiva del agua.

    Y el agua que penetra en la sierra debe salir en cuanto las condiciones geológicas del terreno por el que circula, debido a su impermeabilidad y orientación, la empuje fuera de la roca madre. La propia sierra genera la circulación de numerosos arroyuelos que radialmente parten desde ella hacia el sur, como los de Berdún, Aceiteros o el propio Santillán, el de mayor caudal. El sendero acompaña al arroyuelo desde su nacimiento hasta prácticamente la desembocadura en la laguna por su extremo norte, de la que se tienen algunas panorámicas espléndidas desde ese punto. El Área Recreativa del Nacimiento del Arroyo de Santillán es todo un oasis de verdor en el paisaje circundante habilitado para el uso público, lo cual amplía el espectro de fauna y flora presentes, algunas de las cuales no están en ningún otro punto del recorrido.

    El murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii) es uno de los representantes de los murciélagos cavernícolas que se han observado en estas cavidades. De comportamiento troglodita estricto, suele cazar en espacios abiertos, prados o zonas húmedas, unos cazaderos que pueden estar a considerable distancia, utilizando los valles fluviales como corredores naturales de conexión. Es un animal migrador que utiliza diferentes lugares para la hibernación y la cría, a veces distantes centenares de kilómetros, siendo las hembras más proclives a quedarse cerca de su lugar de nacimiento que los machos, mucho más viajeros. Se suele comentar que la forma de sus alas y su vuelo, rápido y ágil, se asemejan un poco al de los vencejos, y como ellos atrapan en vuelo insectos voladores, mosquitos y moscas, pero en este caso otros insectos nocturnos como polillas y crisopas.   

    El eslizón tridáctilo ibérico (Chalcides striatus) se ha citado en la sierra de Mollina, asociado a los prados de cierta humedad, soleados, y los característicos suelos porosos del pie de monte. Y es precisamente en esos mismo ecotonos entre el monte y la labor donde es más fácil observar el conejo, en los momentos crepusculares, o sus madrigueras en cualquier caso. Y un mamífero muy esquivo, el gato montés, también se ha localizado aquí.

    La fascinación o el simple interés de estos lugares donde el agua brota ha hecho que, a lo largo de la historia, se hayan asentado diferentes culturas en sus cercanías, como atestigua el cercano yacimiento aledaño.

    Por último, y sin entrar a describir la gran laguna malagueña, son muy numerosos los pozos excavados con fines agrícolas en la parte final de la ruta en la zona de Las Albinas, un topónimo que tiene que ver con el encharcamiento temporal del terreno. Aquí pueden encontrarse algunos anfibios muy interesantes, como los gallipatos (Pleurodeles waltl), en los pozos y charcas del final de etapa.

    Entre el mar de olivos y cultivos de secano que pueblan esta etapa, destaca la sierra de la Mollina y su entorno, donde quedan retazos del antiguo encinar que pobló este territorio. La sierra es una auténtica isla de biodiversidad entomológica y aracnológica, donde destacan especies de interés como la araña lobo, Lycosa hispanica, la cual construye su nido en el suelo, un agujero que rodea con restos de vegetales a modo de brocal, y dentro del cual espera a que alguna presa incauta se acerque al borde a curiosear. El parque y su entorno se encuentran en proceso de reforestación y ofrece oportunidades a todo tipo de artrópodos, especialmente a las mariposas de la familia Pieridae, especialistas en colonizar hábitats degradados en proceso de recuperación, como las blancas de la col (Pieris brassicae y P. rapae), las blanquiverdosas  (Pontia daplidice, Euchloe belemia y E. crameri) y la amarilla (Colias crocea).

  • Los ríos y el agua

    La gran protagonista del recorrido en cuanto al agua es la propia sierra, aparentemente seca pero que guarda en su interior el secreto de cuantos nacimientos la rodean, el más importante el del Arroyo Santillán. Son muy numerosas las cavidades exploradas en la mole caliza, testigos de esa circulación subterránea retardada y encauzada por la carstificación del terreno. Cabe destacar la Cueva de los Órganos por su extensión, la Sima del Soldado por su profundidad o la de las Goteras. Otras son solamente abrigos, menos importantes desde el punto de vista deportivo pero más significativas para la historia de la especie humana en la zona, como cobijo desde épocas ancestrales o testigos de las andanzas de bandoleros, como la del Almirez. En cualquier caso, todas ellas tienen algo que ver con la acción erosiva del agua.

    Y el agua que penetra en la sierra debe salir en cuanto las condiciones geológicas del terreno por el que circula, debido a su impermeabilidad y orientación, la empuje fuera de la roca madre. Esto es lo que ocurre en el nacimiento del Arroyo Santillán, en la linde entre los términos municipales de Mollina y Fuente de Piedra. La propia sierra genera la circulación de numerosos arroyuelos que radialmente parten desde ella hacia el sur, como los de Berdún, Aceiteros o el propio Santillán, el de mayor caudal. El sendero acompaña al arroyuelo desde su nacimiento hasta prácticamente la desembocadura en la laguna por su extremo norte.

    La fascinación o el simple interés de estos lugares donde el agua brota ha hecho que, a lo largo de la historia, se hayan asentado diferentes culturas en sus cercanías. Aquí especialmente la romana, como se observa por ejemplo en el yacimiento aledaño al poco conspicuo nacimiento.

    Por último, y sin entrar a describir todavía la gran laguna malagueña, son muy numerosos los pozos excavados con fines agrícolas en la parte final de la ruta, en la zona de Las Albinas, un topónimo que tiene que ver con el encharcamiento temporal del terreno.

  • Fauna

    Aves

    Se comienza junto a la carretera en un ambiente de cultivos, que nos acompañará hasta que en la sierra de La Camorra encontremos un bosquete de encinas que da paso a un pinar bastante denso. Se flanquea la sierra por su extremo sur, dejando las mayores cotas a nuestra derecha, donde se puede ver una formación vegetal que apunta el carácter forestal de estas tierras, con encinas jóvenes y acebuches que destacan por sus formas redondeadas. El descenso nos conduce hasta el área recreativa de Santillán, desde donde el terreno se vuelve llano hasta prácticamente nuestro destino, sorteando cultivos de cereal y olivos. Ya en el cerro del Palo, en el final de la etapa, encontramos algunas lagunas donde las especies acuáticas toman protagonismo, que mantienen su nivel con las aguas depuradas de Fuente de Piedra.

    Especies Singulares

    Los ambientes de cultivo, principalmente olivar y cereal, con almendros en algunos tramos, recogen especies que se han mencionado en las dos etapas anteriores. Se pueden destacar el ratonero común, cernícalo vulgar, perdiz roja, tórtola común, abubilla, golondrina común, bisbita común, lavandera blanca, cogujada común, calandria, alondra, zorzal común, curruca cabecinegra, curruca capirotada, mosquitero común, carbonero común, rabilargo, estorninos negro y pinto, jilguero, verderón, pardillo, verdecillo y triguero.

    Conforme ascendemos y nos adentramos en la masa forestal de la sierra, el rabilargo se hace más abundante, al igual que el mirlo común, carbonero común y pinzón vulgar, a los que acompañan otras especies típicamente forestales como la tórtola común, paloma torcaz, petirrojo, zorzales común y alirrojo, herrerillo capuchino, agateador común, chochín y arrendajo. Otras especies presentes en la zona en la que cruzamos encinas y, principalmente pinos, son chotacabras pardo, tarabilla, colirrojo tizón, mosquitero común, alcaudón meridional, cuervo y escribano soteño.

    Especial mención merece en esta etapa el alzacola, especie migradora que pasa nuestro invierno al sur del desierto del Sahara. En España ocupa únicamente el sur peninsular, de manera discontinua, mostrando una clara regresión tanto de su área de distribución como de sus niveles poblacionales durante las dos últimas décadas. Por el momento, se desconocen las causas que están provocando su enrarecimiento. Las zonas ocupadas para nidificar en esta etapa se dan en las cercanías a las zonas de la sierra, tanto en cultivos de olivar y vid, como en las zonas de vegetación natural en las que predomina el acebuche. Esta especie debe su nombre a la costumbre que presenta de levantar la cola en el momento de posarse, la cual es muy visible (es marrón rojiza con los extremos acabados en una banda de color negro y blanco).

    En las cercanías a la laguna podremos observar numerosas especies de aves acuáticas volando a, o hacia, las zonas inundadas. Flamencos, gaviotas, cigüeñuelas y patos serán, en la mayoría de los casos, los protagonistas de tales bandos.

    Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.