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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 19. Campillos - Embalses del Guadalhorce

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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 19. Campillos - Embalses del Guadalhorce
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Tipo etapa Lineal
Tipo localización Campiña
Tipo de firme Senda compacta, carril terrizo, asfalto y pista hormigonada.
Distancia 23000 m.
Tiempo estimado 5:15 h.
Punto de inicio Campillos (SE)
Altitud 470 m.
Punto de llegada Puente del Embalse Guadalhorce Guadalteba
Altitud 360 m.
Desnivel neto en metros 615 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 255 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 360 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 2
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 2
Cantidad de esfuerzo necesario 3
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 23000
    Tramos de asfalto o cemento 3000 13 %
    Tramos de pista o camino forestal 17300 75 %
    Tramos de senda 2700 12 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales
    1 Campillos C/ Óscar Fernández 30S

    x=37.0534687090146 y=-4.85899286025062

    0,0 km
    2 Cortijo de la Rondana 30S

    x=37.0413220918229 y=-4.83448941521683

    2,2 km
    3 Laguna del Cerero 30S

    x=37.04038942065782 y=-4.816027876392983

    3,8 km
    4 Laguna de Camuñas 30S

    x=37.03138094362351 y=-4.812777945190621

    5,8 km
    5 Laguna de Capacete 30S

    x=37.02313193635514 y=-4.8246657410471965

    8,5 km
    6 Arboreto Cortijo Montero 30S

    x=37.0004118680032 y=-4.79557930663874

    12,4 km
    7 Puerto en el pinar 30S

    x=36.9878329388258 y=-4.7839916727175

    14,3 km
    8 Arroyo de Juan Vacas 30S

    x=36.9791090577073 y=-4.79170816488996

    16,0 km
    9 Cortijo de Rebolo 30S

    x=36.9658234734638 y=-4.80302221532315

    19,2 km
    10 Cortijo del Chopo 30S

    x=36.9564948247279 y=-4.79707437450361

    21,2 km
    11 Viviendo troglodita 30S

    x=36.951720161605 y=-4.79572682502521

    21,8 km
    12 Cabecera de los embalses de Guadalhorce y Guadalteba 30S

    x=36.9408355113223 y=-4.79907571621868

    23,0 km
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios
Establecimientos Gran Senda
Puntos de interés
Accesibilidad

Multimedia

Imágenes
Vídeos
Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
Los ríos y el agua
Fauna
  • Entorno natural

    Esta etapa se complementa con alguna de las anteriores para realizar un retrato casi completo de las lagunas de la zona norte de la Provincia de Málaga. En esta ocasión, se visitan de forma directa 3 de las protegidas bajo la figura de Reserva Natural Lagunas de Campillos y alguna más fuera de la Red de Espacios Naturales Protegidos. Los paisajes que brindan, coloridos e inesperados en medio del secarral, bien merecen el esfuerzo.

    Luego se llega a la zona de los pantanos caminando por las lomas que separan la cuenca del río Guadalteba de la del Guadalhorce, cruzando los arroyos del Boquerón y del Capitán. La loma repoblada de pinos que separa los Embalses de Guadalteba, al oeste, del Guadalhorce al este, de roca arenisca, ofrece unas vistas sobre este último pantano realmente pictóricas. El final de la etapa, sobre el puente que separa y a la vez une las dos masas de agua, no puede ser más espectacular. En cualquier caso, y frente a lo previsible tras una primera mirada, el agua es la gran protagonista de la etapa.

    El entorno en el que están inmersas todas estas láminas de agua es bastante llano, ligeramente inclinado hacia los embalses, y compuesto principalmente por lomas terrosas donde descollan de vez en cuando herrizas y cerros calizos con algunos puntos en los que afloran los yesos. El recorrido parte hacia el sur desde Campillos realizando algunos quiebros y giros para ir descubriendo lagunas, al principio, o evitar las interferencias de las zonas de cultivo y las infraestructuras de comunicaciones, al final.

    Las lagunas que se visitan sí que han ido consolidando desde que se protegieron un cordón perilagunar de vegetación, sólo que muy exiguo debido a las duras condiciones ambientales que provocan los ciclos de encharcamiento y sequía y a la composición salina del suelo. En las que tienen una lámina de agua extensa y poco profunda es fácil observar bosques más o menos densos de tarajes, los especialistas en estas lides. Las aneas requieren zonas más profundas, que conquistan con sus gruesos estolones, mientras que los carrizos colonizan a veces zonas muy extensas consiguiendo una maraña de tallos que supone un buen escondrijo para la fauna. El carrizo (Phragmites australis) comparte aspecto otra herbácea de gran tamaño, la caña, pero sus tallos son más delgados y esbeltos (hasta superar los tres metros de altura) y las espigas son más discretas y péndulas. Es indiferente al sustrato y se la ve hasta más de 1.000 m de altitud, pudiendo propagarse por semillas pero también por rizomas provistos de estolones. Se ha utilizado mucho en la construcción de elementos rurales, para cercados y decoración, pero su importancia ecosistémica es muy elevada, constituyendo un lugar de refugio, alimentación y nidificación para muchas aves.

    Los flamencos se dejan ver con facilidad en las épocas en las que se convierten en residentes, junto a garzas reales y otras garzas más pequeñas. Fochas y gallinuelas, de negro plumaje, son las más abundantes junto a los ánades. Los limícolas, por último, deambulan por las orillas cenagosas desplegando todo un surtido repertorio de tácticas cazadoras diferentes. 

    En las zonas cerealistas con bosques isla aparecen algunas aves singulares, como el sisón (Tetrax tetrax), una ave con cierto parecido con la avutarda aunque de menor tamaño. Aunque de plumaje muy críptico, sobre todo las hembras, los machos desarrollan un collar negro con bandas blancas y diseño parecido en el pecho, con la cabeza de color gris. Es especie residente en la provincia, y no es raro verla en pequeños grupos, sobre todo en invierno, y la puesta se realiza en el suelo en primavera tras un comportamiento de cortejo muy llamativo, con saltos y ahuecamiento del plumaje. En vuelo, rápido y con aleteo vigoroso, muestran unas llamativas bandas blancas y negras y emiten un siseo sonoro que le da su nombre vulgar. 

    El arroyo del Boquerón y el arroyo del Capitán son los dos únicos cursos fluviales de la etapa, hermanados porque ambos desembocan en los pantanos en sendas colas, pero el primero directamente en el Guadalhorce y el segundo en el Guadalteba. Ninguno de los dos conserva un bosque galería, sólo algunos tarajes y olmos y, sobre todo, zarzales, juncos y aneas. 

    Los pantanos, por el contrario, cuentan con el problema de sus grandes variaciones de nivel, por lo que la vegetación de las orillas puede llegar a ser inexistente en las zonas de cabecera, de bastante pendiente y muy rocosas, que son las que se ven en la etapa. En las colas de los pantanos de Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Guadalhorce (sobre todo en estos dos últimos) se localizan densos bosques de tarajes en los puntos en los que Guadalhorce y Turón, respectivamente, desembocan. De esta forma se han propiciado el asentamiento de ecosistemas acuáticos como resultado de actuaciones humanas que no perseguían precisamente eso. 

    Aunque el sendero no llegue a pasar por el embalse del Gaitanejo, el que se encuentra debajo de los tres diques, merece la pena fijarse en que, por su finalidad reguladora del caudal mantiene unos niveles de agua más constantes, por lo que ha conseguido sustentar un bosque galería muy diverso con los tarajes como árboles dominantes.

    En los escasos pinares se entrevé el ralo sotobosque testigo de lo que fue, pero la mejor zona para constatar su antigua diversidad es un berrocal  de rocas areniscas en el que no se reforestó. En el ascenso en zigzag hasta la era y las ruinas del Cortijo del Chopo al cobijo de las peñas, medra un interesante matorral de tomillo, espino negro, palmito y esparto en el que hay que destacar la presencia de sabinas moras y de efedras. La efedra o hierba de las coyunturas (Ephedra fragilis) es un interesante arbusto que aquí se comporta como rupícola y buscando localizaciones de solana. Con numerosas aplicaciones farmacéuticas y médicas, sobre todo derivadas de sus cualidades estimulantes y psicoactivas, de ella se obtiene la popular efedrina. Es una gimnosperma con tallos de aspecto articulado que, como pinos y abetos, principalmente es polinizada por el viento, con pies de planta o hembras o machos.  

    El complejo de lagunas entre las cuáles discurre parte de este itinerario ofrece la oportunidad al caminante de contemplar diferentes odonatos, desde las mayores libélulas hasta los más pequeños caballitos de la Gran Senda de Málaga. Entre las primeras, se encuentra la libélula emperador Anax imperator, que llama la atención por el azul de sus ojos y abdomen, su gran tamaño (hasta 8,5 cm de longitud) y un potente vuelo recorriendo las masas de agua en busca de presas, tanto moscas y mosquitos como otras libélulas, mariposas y polillas. En el lado opuesto en cuanto a la talla se encuentra Ischnura graellsii, que apenas mide 3 cm y rara vez se aleja de la vegetación de la orilla.

  • Los ríos y el agua

    El Arroyo del Boquerón y el Arroyo del Capitán son los dos únicos cursos fluviales de la etapa, hermanados porque ambos desembocan en los pantanos en sendas colas, pero el primero directamente en el Guadalhorce y el segundo en el Guadalteba. Ninguno de los dos conserva un bosque galería bien conservado, solo algunos tarajes y olmos y, sobre todo, zarzales, juncos y aneas.

    Las lagunas que se visitan sí que han ido consolidando un cordón perilagunar de vegetación, desde que se protegieron solo que muy estrecho debido a las duras condiciones ambientales que provocan los ciclos de encharcamiento y sequía, el viento reinante y la composición salina del suelo. En las que tienen una lámina de agua extensa y poco profunda es fácil observar bosques más o menos densos de tarajes, los especialistas en estas lides. Las aneas requieren zonas más profundas, que conquistan con sus gruesos estolones, mientras que los carrizos colonizan a veces zonas muy extensas consiguiendo una maraña de tallos que supone un buen escondrijo para la fauna.

    Los flamencos se dejan ver con facilidad en las épocas en las que se convierten en residentes, junto a garzas reales y otras garzas más pequeñas. Fochas y gallinuelas, de negro plumaje, son las más abundantes junto a los ánades. Los limícolas, por último, deambulan por las orillas cenagosas desplegando todo un surtido repertorio de tácticas cazadoras diferentes.

    Los pantanos, por el contrario, cuentan con el problema de sus grandes variaciones de nivel, por lo que la vegetación de las orillas puede llegar a ser inexistente en las zonas de cabecera, de bastante pendiente y muy rocosas, que son las que se ven en la etapa. En las colas de los pantanos de Guadalteba, Guadalhorce y Conde de Guadalhorce (sobre todo en estos dos últimos) se localizan densos bosques de tarajes en los puntos en los que Guadalhorce y Turón, respectivamente, desembocan.  De esta forma se ha propiciado el asentamiento de ecosistemas acuáticos como resultado de actuaciones humanas que no perseguían precisamente eso.

    Aunque el sendero no llegue a pasar por el Embalse del Gaitanejo, el que se encuentra debajo de los tres diques, merece la pena fijarse en que, por su finalidad reguladora del caudal, mantiene unos niveles de agua más constantes, por lo que ha conseguido sustentar un bosque galería muy diverso con los tarajes como árboles dominantes.

  • Fauna

    Aves

    Con esta acaba una serie de etapas en las que los medios agrícolas han sido predominantes, para dar paso a zonas más serranas. Continúan siendo frecuentes los olivares y zonas de cereal, aunque presenta la particularidad de visitar zonas húmedas del complejo de lagunas de Campillos, y de cruzar formaciones de pinar, lo que convierte el recorrido en un mosaico paisajístico acompañado de una interesante variedad de aves.

     

    Especies Singulares

    En el núcleo urbano de Campillos tendremos ocasión de observar especies urbanas, principalmente tórtola turca, vencejos común y pálido, golondrina común, avión común, estornino negro y gorrión común, a las que se sumarán cernícalo vulgar y estornino pinto en las naves industriales que encontramos a la salida. Una vez las dejamos atrás, entramos en olivares y cultivos donde serán la perdiz roja, tórtola común, abubilla, cogujada común, zorzal común, mirlo común, petirrojo, curruca capirotada, mosquitero común, carbonero común, jilguero, pardillo y triguero, las especies más frecuentes. Aunque se indica al sisón como especie representativa de la etapa, y de hecho puede observarse en su trazado, un lugar muy adecuado para disfrutar de esta especie es el entorno de la laguna Dulce, muy cerca del punto de inicio.

    La presencia de encinas de gran porte, salpicadas, evidencian lo que debieron ser estas tierras antes de ser roturadas para ser dedicadas al cultivo. Éstas facilitan la presencia de especies como el ratonero común, carbonero común y cuervo.

    Las lagunas que se visitan son, por orden de aparición en la etapa, la del Cerero, de Camuñas y la Marcela, zonas que suponen verdaderos oasis para las especies acuáticas en un entorno dominado por secas tierras de labor. Las especies más frecuentes en estos humedales son zampullines chico y cuellinegro, somormujo lavanco, garza real, flamenco, ánades real y friso, patos cuchara y colorado, porrón común, malvasía, polla de agua, focha común, cigüeñuela, avefría, chorlito dorado, agachadiza, andarríos grande y chico, gaviota reidora, lavanderas blanca y boyera y bisbita común. Además, pueden observarse grullas en su entorno durante los meses de invierno.

    En el pinar que encontramos antes de cruzar el arroyo del Boquerón podrían aparecer paloma torcaz, tórtola común, abubilla, verderón común, verdecillo, piquituerto y pinzón vulgar, mientras que en las zonas de matorral a cruzar antes de descender a los embalses serán cogujada común, tarabilla, petirrojo, zorzal común y curruca cabecinegra las aves más fáciles de observar.
    Durante las épocas de migración esta parte de la etapa suele ser sobrevolada por milano negro, abejeros y numerosos abejarucos, y tampoco es raro disfrutar del vuelo de buitre leonado, águila perdicera y halcón peregrino, que frecuentan la zona en busca de alimento.

    Ya en el final de la etapa, a pie de embalses, otra vez las aves acuáticas adquieren protagonismo, aunque la profundidad de las aguas limita la diversidad de especies, principalmente gaviotas sombría, patiamarilla y reidora, ánade real, zampullines chico y cuellinegro, somormujo lavanco, cormorán grande, garza real y focha común.

    Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.