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Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR 141). Etapa 05. Benalauría - Alpandeire

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Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR 141). Etapa 05. Benalauría - Alpandeire
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Tipo etapa Lineal
Tipo de firme Asfalto, pista de tierra y veredas consolidadas
Distancia 15490 m.
Tiempo estimado 7:00 h.
Punto de inicio Plaza Teniente Viñas, inicio en la calle Fuente
Altitud 678 m.
Punto de llegada Junto a la entrada del Hotel la Casa Grande
Altitud 688 m.
Desnivel neto en metros 2721 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 1357 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 1364 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 1
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 2
Cantidad de esfuerzo necesario 4
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 15490
    Tramos de asfalto o cemento 2367 15 %
    Tramos de pista o camino forestal 8804 57 %
    Tramos de senda 4139 28 %
    Tramos de vía pecuaria 6028 39 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales Tiempos parciales
    1 GR 141 Etapa 05 Benalauría - Alpandeire 30S

    x=36.5972015861159 y=-5.26149863074011

    0 m 0 min.
    2 Benadalid 30S

    x=36.60576949541632 y=-5.2706808535645

    3100 m 1hrs. 35 min.
    3 Venta San Isidro 30S

    x=36.6275846636232 y=-5.26148070022487

    3500 m 1hrs. 20 min.
    4 Atajate 30S

    x=36.6401185626755 y=-5.24736396009484

    2300 m 1 hrs.
    5 Arroyo Audulázar 30S

    x=36.6379889180043 y=-5.22542676031867

    2400 m 1 hrs
    6 Enlace con la etapa seis 30S

    x=36.6353528462254 y=-5.21065598103439

    3300 m 1hrs. 45 min.
    7 Fin de la etapa 30S

    x=36.6343903513819 y=-5.20325871635237

    900 m 20 min.
  • Formas de recorrer

    A pie, a caballo. En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie
    • A caballo

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios

Información medioambiental

Entorno natural
  • Entorno natural

    Teniendo como eje vertebrador, en gran parte del recorrido, la dorsal caliza interfluvial Genal-Guadiaro, aprovecharemos el trazado de la antiquísima vereda del Camino de Ronda, histórico nexo de unión de la comarca serrana con el Campo de Gibraltar. Al llegar a Atajate, abandonaremos dicho vial en favor del que desciende al cerrado valle del Audalázar y sube posteriormente, a través de un soberbio encinar, a Alpandeire. Gracias a la altura dominante del GR-141, en todo momento divisaremos hacia el este amplias panorámicas del alargado cordón montañoso de Sierra Bermeja, cuyas alturas impiden vislumbrar la costa mediterránea; aunque al sur, la depresión del Guadiaro deja entrever el Peñón de Gibraltar e, incluso, las costas africanas. El sendero, entre la venta San Isidoro y Atajate se iguala a la cuerda que separa nuestros dos valles protagonistas y permite avistar al oeste en toda su magnificencia, la alineación caliza de Líbar. Al norte siempre tendremos omnipresente la deforestada sierra del Oreganal delimitando a la meseta rondeña del prolífico Valle del Genal, cuyas principales manchas de castañar descubriremos en lontananza, en las laderas de los montes que circundan Faraján, Júzcar, Cartajima, Parauta, Igualeja y Pujerra.

    Desde aquí, la espectacular mole caliza del peñón de Benadalid o tajo de los Aviones gana sobradamente la atención del caminante. En sus cortados anidan numerosas aves asociadas a los ambientes rupícolas, ya sean aviones roqueros, chovas piquirrojas o los estilizados y veloces vencejos reales (Apus melba), los de mayor tamaño de su género en la provincia de Málaga. Son fáciles de identificar por su perfil en forma de arco, vientre blanco y cola ahorquillada. Suelen volar en grupo, capturando insectos al vuelo. No se posan en el suelo y, al anochecer, forman bandos para subir a gran altura, planear en círculo y dormitar sin dejar de mover las alas.

    En la zona de Benadalid, el terreno es dócil, muy distinto al de los escarpados precipicios de la dorsal, de cuya cuerda sobresale una cruz en el tajo del mismo nombre. Atendiendo a la vegetación circundante, es la propia de las laderas de solana, con preponderancia de encinas, olivos, almendros, higueras, chumberas, cornicabras, hiedras y otras plantas de las que dan fe unas tablillas informativas debidamente colocadas.

    Reiniciada la andadura vadeamos el estrecho cauce del arroyo de la Solana, seco casi todo el año, aunque no por ello la contigua alberquita dejará de aprovechar la ocasión de tormentas y lluvias para retener el preciado líquido. En los linderos es prolífico el zumaque (Rhus coriaria), un arbusto, al parecer alóctono pero naturalizado, relativamente abundante en el Valle del Genal. Posee propiedades medicinales y el tanino de sus hojas es un eficaz curtiente de pieles, de ahí que se le conozca como zumaque de tenerías. El abandono de los viñedos a finales del siglo XIX a causa de la plaga de filoxera supuso un gran auge para este cultivo y un apoyo a las paupérrimas economías de la época. La recolección se efectuaba entre los meses de agosto y septiembre; posteriormente se procedía a la molienda. Para distribuirlo a los centros de transformación, cientos de arrieros se emplearon en tal menester, unos en dirección a la estación de tren de Jimera de Líbar y otros directamente a las fábricas de pieles de Ubrique (Cádiz).

    En adelante, obviaremos un par de ramales a la derecha, ambos se dirigen a las Huertas Moras. En el segundo de ellos, a la sombra de una higuera y tras unos pequeños chopos, existe una fuente normalmente seca. Al fondo ya vislumbramos el redondeado cerro de la Venta con un poste de luz en lo más alto. Ascendemos levemente sumidos entre zarzas, rosales silvestres y jérguenes que amenazan con cerrar el paso, aunque antes de remontar al pie de carretera, se despeja la situación y es el fragante cantueso quien presta cobertura vegetal al terreno.

    Caminaremos en sentido noreste por el margen izquierdo, reguardados por la valla quitamiedos, gozando de buenas panorámicas al oeste de Sierra Blanquilla, sierra del Palo (1.401 m), una de las más elevada de la zona malagueña del Parque Natural Sierra de Grazalema, y la sierra de Juan Diego o Benaoján prolongada hacia el norte. No son menos atrayentes las perspectivas al levante, adonde descuellan los farallones grises de Jarastepar y los Riscos, tras los que asoman algunas cimas del Parque Nacional Sierra de las Nieves, caso del Alcojona, que acoge al frondoso pinsapar de Parauta, el Torrecilla (1.919 m), techo de la Serranía, y el cerro Cascajares asomado al Valle del Genal, por encima de la carretera A-397 (Ronda-San Pedro). A nuestros pies se aparta la cabecera del arroyo Judío, conocido de la etapa 2, y el de Atajate o del Molinillo, éste revelado por unos altivos chopos. Ambos movieron varios molinos alimentados por las portentosas fuentes que drenan a los cauces en sus tramos medios.

    Muere dicho vial en la cancela de entrada a una finca privada y el sendero tradicional aparece a la izquierda, enmascarado por olivos, chumberas, rosales silvestres y, sobre todo, muchas zarzas. Con esa tónica progresamos por encima de un balate cubierto de una hilera de ciruelos silvestres que impiden, de momento, ver el vial de acceso a otra finca. Sobre unos bancales por encima del cauce descubrimos entre algunos chopos el cortijo de los Casarones y un grupo de majanos correspondientes con los restos del poblado andalusí de Audalázar o Güidazara.

    Por aquí hemos visto a la lagartija colirroja (Acanthodactylus erythrurus) que, como su propio nombre indica, se caracteriza por el color y longitud de su cola. Mantiene una actividad frenética durante la primavera y el verano, aunque en los meses fríos hiberna en huras de poca profundidad que le ayudan a mantener la temperatura corporal. El diseño de las patas traseras, con dedos y uñas largas recubiertas de una escama aserrada, les proporcionan gran agilidad y rapidez de movimientos. Se alimentan de todo tipo de insectos, con preferencia por las hormigas. Para huir de sus depredadores, es capaz de desprenderse de la cola que, posteriormente, le crecerá.

    El arroyo en este tramo siempre lleva agua, así lo refrenda la presencia de peces en sus pozas; una de ellas, aguas arriba, a no mucha distancia, llamada del Azulejo, fue antaño muy visitada por los naturales de Atajate en el periodo estival. Los más ávidos y aventureros han de saber que remontando el cauce un centenar de metros más se ve fluir, sólo en épocas de lluvias, el arroyo de Vasijas a través de una bonita cascada. El vado no suele plantear inconvenientes, excepto cuando va muy cargado, entonces toda precaución será poca. Al otro lado, antes de afrontar la dura cuesta, se extiende la finca de la Vega de la Chispa, sembrada con nogales y naranjos. Inmediatamente después cruzamos un arroyo seco en cuyas inmediaciones crecen grandes matas de lentiscos. El monte que vamos a recorrer presenta una importante cobertura vegetal dominada básicamente por la encina y el chaparro (alcornoque), todo un contraste si lanzamos la vista al norte, a la pelada loma hendida por el profundo surco del barranco de Cañada Honda. En este ambiente forestal vive el curioso lirón careto (Elyomis quercinus), un inconfundible roedor de grandes orejas y antifaz negro con pelaje marrón. A la hora de comer se adapta a las condiciones ambientales, así puede consumir hormigas, frutos o huevos de aves. Vive en los huecos de los árboles junto a otros congéneres. Son capaces de hibernar o estivar cuando las condiciones atmosféricas no son favorables, de ahí el dicho dormir como un lirón.

    Las panorámicas desde este lugar son especialmente bellas. Al sureste, bajo el encinar se divisa el cortijo de Pospítar, posible asentamiento del despoblado de Pospítara; en tanto, al este distinguimos el paraje de los Huertos, ubicado en un bellísimo travertino aterrazado. Todos estos arroyos que fluyen de norte a sur, entre Atajate y Alpandeire, conforman la cabecera del río Gorgote, uno de los más importantes de la subcuenca del Genal.

    Aunque en etapas anteriores hemos conocido algunos castañares, toda la franja situada al este de Alpandeire, donde se ubican los pueblos de Faraján, Júzcar, Pujerra, Cartajima, Parauta e Igualeja, acoge las mayores extensiones de esta fagácea, principal recurso económico de este peculiar rincón de la Serranía de Ronda. El castaño, además de un cultivo que ocupa una extensión superior a las 4.000 ha, es un reclamo para turistas, senderistas, fotógrafos y amantes de la naturaleza en general, sobre todo en los meses precedentes al invierno, cuando las hojas se tornan de color rojizo y contrastan con el verdor de las quercíneas y las tonalidades que van del amarillo al ocre de zumaques, cornicabras y salicáceas. En el Valle le llaman a este corto ciclo: Primavera de Cobre y a decir de muchos, es uno de los paisajes otoñales más bellos de Europa.

    Aquí se cultiva principalmente una variedad autóctona llamada pilonga que resulta ser la más temprana de Europa. Las labores de recogida se inician a finales de septiembre y acaban a principios de noviembre. Las castañas se extraen de los erizos y se almacenaban en canastos de mimbre o esparto. Después se transportan a las cooperativas para su venta y distribución. La riqueza y gran variedad de hongos supone un importante reclamo para recolectores y estudioso de la micología. El Ayuntamiento de Júzcar, en el mes de noviembre, organiza una de las más reputadas jornadas micológicas de Andalucía.