Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Política de cookies

Gran Senda del Guadalhorce (GR 248). Etapa 01. Estación de El Chorro - Álora

Menú
Gran Senda del Guadalhorce (GR 248). Etapa 01. Estación de El Chorro - Álora
Incidencias

Etapa en estudio. En proceso de mejora.

  • Imprimir página
  • Facebook
  • Twitter
  • Correo
  • Whatsapp
Distancia 10500 m.
Tiempo estimado 3:50 h.
Punto de inicio Estación del Chorro
Punto de llegada Polígono Industrial de Álora (C/ Ramón y Cajal)
Desnivel neto en metros m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros m.
Desnivel acumulado de descenso en metros m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 2
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 2
Cantidad de esfuerzo necesario 2
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Cómo acceder
Características
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 10500
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que está dividida en tres categorías, a pie, en bicicleta todo terreno y a caballo, no obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa, pero en el caso de la BTT y a caballo dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que la BTT puede consistir, dependiendo de la etapa, en recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles que pueden entrañar, alguna o mucha, dificultad técnica.

    • A pie
    • En bicicleta

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios

Multimedia

Imágenes
Vídeos
Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
  • Entorno natural

    La Gran Senda del Guadalhorce, GR-248, inicia su andadura en la estación de tren de El Chorro, barriada perteneciente a la localidad de Álora, concluyendo, tras cuatro etapas, en la desembocadura del río Guadalhorce, en Málaga capital.

    Esta primera etapa se inicia en el extremo sur del desfiladero de los Gaitanes, el cual alberga el famoso Caminito del Rey, y cuyo entornos se encuentra protegido bajo las figuras de Paraje Natural (RENPA, Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Conservación (ZEC), además de estar integrada en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo.

    El Inicio de este sendero de Gran Recorrido coincide con el final de la etapa 20 (embalses del Guadalhorce- estación de El Chorro) y el comienzo de la 21 (estación de El Chorro- Ardales) de la Gran Senda de Málaga.

    En el aspecto natural, el desfiladero de los Gaitanes es uno de los lugares de interés geológico más destacados del sur ibérico, gracias a sus formaciones de calizas del Jurásico, y a las calcarenitas y conglomerados del Mioceno. La erosión de los elementos propician la aparición de altos cortados, lo que junto a las zonas forestales y de matorral, permiten el asentamiento de una rica comunidad de aves, entre las que destacan las rapaces, como el buitre leonado, las águilas real, perdicera, culebrera y calzada, y el halcón peregrino.

    Todas estas aves, en mayor o menor medida, se pueden ver a lo largo de los primeros kilómetros de la etapa, pues usan estas zonas alomadas como cazaderos. El paisaje aquí está dominado por plantaciones de olivos y zonas de vegetación natural, creando un mosaico agroforestal adecuado para las presas de las rapaces anteriormente mencionadas, principalmente el conejo. También pueden observarse aquí diversos reptiles, como el lagarto ocelado (Timon lepidus), la lagartija colilarga (Psammodromus algirus), y con suerte, alguna serpiente, como las culebras bastarda (Malpolon monspessulanus) y de herradura (Hemorrhois hippocrepis). Pero son protagonistas destacadas las mariposas, especialmente a finales de invierno y durante la primavera: decenas de especies acuden a la floración de los campos, cunetas y taludes a libar néctar de las flores, entre ellas las blanquiverdosas (Euchloe belemia y E. crameri), amarilla (Colias crocea), blanca y blanquita de la col (Pieris brassicae y P. rapae) y la migradora mariposa de los cardos (Vanessa cardui), que durante el final del invierno y comienzos de primavera realiza su desplazamiento hacia el centro y norte de Europa en busca de alimento para las siguientes generaciones.

    Poco a poco, el sendero desciende hasta llegar al río Guadalhorce a la altura de la barriada de Las Mellizas. En este entorno y hasta la unión del arroyo de las Piedras aguas abajo, destacan las libélulas, entre ellas una de las más escasas de la provincia de Málaga, Onychogomphus costae, que se caracteriza por sus tonos de color arena y su brillo, que le da un aspecto de figura de porcelana.´

    La vegetación natural es muy exigua aquí, destacando el entono de los arroyos y río y estando bien representados lo tarajes, la adelfa, los juncos y carrizos, con altas gayumbas (Spartium junceum), una vigorosa planta que parece carecer de hojas puesto que gan parte de la labor fotosintética corresponde a los verdes tallos. Indiferente al sustrato y muy resistente a la seguía y la insolación, se utiliza para jardinería, para restauración forestal y como productora de resistentes fibras para artesanía y agricultura.

    Desde el río Guadalhorce, el camino asciende una loma para descender de nuevo y cruzar el arroyo de las Piedras, donde también abundan las libélulas, en primavera y verano, cuando lleva agua, y la rana común (Pelophylax perezi).

    A partir de aquí, el itinerario discurre entre campos de cereales, olivos y cítricos, acercándose en algunos tramos a la vega del río, donde destacan las formaciones de eucaliptos, chopos y álamos blancos, que sirven de dormidero invernal a diversas aves, entre ellas algunas ardeidas como la garza real (Ardea cinerea), garcilla bueyera (Bubulcus ibis) y garceta común (Egretta garzetta). Además, estos bosques de ribera albergan una creciente población de arrendajos (Garrulus glandarius), unos llamativos córvidos fáciles de detectar e identificar gracias a su incesante reclamo sonoro y a las plumas azules de sus alas.

    En los pastizales incultos y bordes de camino se ven diversas especies de bulbosas, como la cebolla albarrana (Drimia maritima) y la patita de burro (Moraea sisyrinchium), unas plantas pioneras cuya floración suele ocurrir a finales de otoño, en pleno invierno o a primavera temprana, y cardos como el cardillo y la tagardina.