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Gran Senda del Guadalhorce (GR 248). Etapa 02. Álora - Pizarra

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Gran Senda del Guadalhorce (GR 248). Etapa 02. Álora - Pizarra
Incidencias

Etapa en estudio. En proceso de mejora.

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Distancia 10500 m.
Tiempo estimado 3:00 h.
Punto de inicio Polígono Industrial de Álora (C/ Ramón y Cajal)
Punto de llegada C/ Ermita (Pizarra)
Desnivel neto en metros 237 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 118 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 119 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 2
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 2
Cantidad de esfuerzo necesario 2
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Cómo acceder
Características
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 10500
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que está dividida en tres categorías, a pie, en bicicleta todo terreno y a caballo, no obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa, pero en el caso de la BTT y a caballo dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que la BTT puede consistir, dependiendo de la etapa, en recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles que pueden entrañar, alguna o mucha, dificultad técnica.

    • A pie
    • En bicicleta

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios

Información medioambiental

Entorno natural
  • Entorno natural

    La etapa se inicia en torno al polígono industrial La Molina, de Álora. Los primeros metros transcurren paralelos a la carretera A-343, rodeados de campos de cítricos y cruzando las barriadas de Bellavista y El Puente. Este tramo, de tipología agrícola y urbana, albergan no obstante una rica comunidad de aves adaptadas a esos ambientes, especialmente aquellos considerados como “insecticidas naturales”, al alimentarse de moscas y mosquitos que pueden ser molestos para la ciudadanía: avión común (Delichon urbicum), golondrinas común y dáurica (Hirundo rustica y H. daurica), y vencejo pálido (Apus pallidus). El avión común construye su nido de barro en los aleros de los tejados o bajo balcones y otros elementos arquitectónicos de los edificios, pudiendo causar molestias debido a sus excrementos. Sin embargo, como ya se ha comentado anteriormente, es un aliado al devorar ingentes cantidades de insectos. Además, cabe recordar que estas aves, aviones, golondrinas y vencejos, y sus nidos, están protegidos por la ley y se sancionará cualquier daño que se les cause, incluido el derribo de sus nidos.

    Tras cruzar la barriada de El Puente, el camino se adentra en la vega del río Guadalhorce, en la zona conocida como Isla Hermosa. En esta zona abundan los eucaliptos, unos árboles que, a pesar de ser alóctonos, cumplen una importante función ecosistémica, al ser soporte de nidos y dormideros de diversas aves, y por dar cobijo y refugio a multitud de artrópodos, especialmente bajo su corteza. Uno de los más destacados son los pseudoescorpiones, unos minúsculos arácnidos (de menos de 5 mm generalmente) que viven bajo la corteza de estos árboles. Al contrario que los escorpiones, no poseen un aguijón al final del cuerpo. Sin embargo, en la punta de los pedipalpos, que tienen forma de pinzas, se sitúan sus glándulas productoras de venenos, el cual usa para cazar las presas de las cuales se alimenta, entre ellos ácaros, moscas y hormigas. Debido a su comportamiento es muy difícil que llegue a picar a las personas, mascotas o ganado, por lo que no son peligrosos.

    Es este un entorno en el que destaca la presencia y abundancia contrastadas de dos mamíferos no fáciles de ver, el tejón y el erizo común (Erinaceus europaeus), una especie ausente por encima de los 1.000 metros de altitud que en el mediterráneo que prefiere zonas con abundante cobertura vegetal y humedad como pastizales de ribera, praderas, huertos, jardines, cultivos en regadío y vegas arboladas. Es un animal nocturno que tiene un gran olfato y sale de su madriguera para alimentarse de insectos, babosas y lombrices, aunque también consume huevos de aves, frutas y pequeños reptiles (culebras). Es un buen andarín, pudiendo llegar a moverse muy rápido si es necesario.

    Al llegar al arroyo de Bujía, el itinerario entra en carretera, bordeando el núcleo de Los Caballos, para bajar de nuevo, abandonando el asfalto y adentrándose en la vega del río. Durante varios kilómetros, el camino transcurre por una pista de tierra por entre campos de cítricos, donde será frecuente la observación de aves ardeidas (garzas, garcillas y garcetas) y cormoranes (Phalacrocorax carbo) durante la época invernal, volando río arriba o abajo en busca de lugares propicios para alimentarse o para dormir.

    En las praderas es posible localizar herbáceas como el cardo Galactites elegans o los nazarenos al comienzo de la primavera (Leopoldia comosa), mientras que en las charcas temporales aparecen las puestas del sapo corredor (Epidalea calamita), un anfibio de tamaño medio y especialista en aprovechar hábitats temporales para su reproducción que prefiere la marcha cuadrúpeda al salto. La lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), la más difícil de ver de nuestros lacértidos, aparece en determinados tramos de vegetación más abierta.

    El camino de tierra desemboca en la carretera que une Álora y Pizarra, dejando ésta a la altura de la barriada pizarreña de Hipólito y ascendiendo de nuevo por un camino terrizo hacia la sierra del Hacho de Pizarra.
    Esta sierra, compuesta por conglomerados y calcarenitas del Mioceno, es una auténtica isla de biodiversidad, donde se dan aves de interés, entre ellas algunas rapaces, como cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), mochuelo común (Athene noctua) y cárabo común (Strix aluco), y diversos pájaros, como collalba negra (Oenanthe leucura) y roquero solitario (Monticola solitarius).

    Además, viven aquí una rica comunidad de artrópodos, entre los que caben destacar la alta variedad de mariposas y polillas, chinches, escarabajos, mantis religiosas etc., y, entre los arácnidos, el alacrán (Buthus sp)., que por la noche merodea en busca de sus  presas, y la araña lobo (Lycosa hispanica), que pacientemente espera dentro de su madriguera a que se aproxime algún insecto. Recientemente se ha descrito una nueva especie para la ciencia de lechetrezna (Euphorbia guadalhorcensis) en unos parajes cercanos.

    El itinerario señalizado, tras recorrer parte del piedemonte de esta montaña, concluye en el extremo norte del casco urbano de Pizarra.