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Gran Senda de Málaga en el Suplemento del periódico de tirada nacional EL PAÍS VIAJERO!!!

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Descubre tu etapa
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Acércate a la Gran Senda

Con vistas al mar
Con vistas al mar

Recorre etapas compartidas con la Senda Litoral

Un recorrido por toda la provincia
Un recorrido por toda la provincia

Una ruta pionera en Andalucía de más de 850 kms 

Pueblos blancos y montañas
Pueblos blancos y montañas

Diversidad de paisajes en todo el recorrido

Caminar y superar
Caminar y superar

Un reto personal en cada tramo

Noticias

Gran Senda de Málaga en el Suplemento del periódico de tirada nacional EL PAÍS VIAJERO!!!

Una selección otoñal de la red de 35 rutas que recorre la provincia andaluza en busca de pueblos blancos y grandes vistas

10 escapadas de puro otoño

Así es el Caminito del Rey, que fue uno de los senderos más peligrosos del mundo

Málaga, entre grullas y acebuches

Con unas buenas botas de montaña, algo de abrigo por si cae la tarde y una mochila surtida, es posible descubrir una Málaga inesperada, un laberinto de caminos que se adentran desde el mar en parajes naturales salpicados de vestigios del pasado. La provincia del sol y playa está recorrida por una Gran Senda, iniciativa de la Diputación, que permite conocer al detalle los enclaves más desconocidos. Las 35 etapas incluidas en este circuito circular, diseñadas para senderistas que reniegan del término dominguero, se pueden consultar en www.gransendademalaga.es. La propuesta para estos meses incluye cinco rutas que recorren pueblos blancos, el desconocido patrimonio natural de Marbella o el entorno de la laguna de Fuente de Piedra, la mayor colonia de flamencos de la península Ibérica.

1. Entre mangos y torres vigía

Vélez-Málaga-Torrox (19,1 kilómetros. Duración aproximada:4 horas y 10 minutos)

En una provincia poco acostumbrada a la nieve, los primeros copos que cuajan en su montaña más alta, La Maroma (2.066 metros), se convierten hasta en tema de conversación en el desayuno. El otoño es suave, con temperaturas máximas en diciembre de 20 grados, y el perfil del macizo, esté o no nevado, es igual de imponente. El mirador hacia la Sierra Tejeda, compartida con Granada, es uno de los atractivos de esta etapa, que se desliza buscando el mar. La ruta es un contraste de paisajes: de los cultivos de frutas subtropicales de la Axarquía (zona productora de mango) al puerto pesquero de Caleta de Vélez o los ejemplos del urbanismo que imperó en la Costa del Sol en la segunda mitad del siglo XX. Antes de cruzar el río Algarrobo se aconseja buscar la torre nazarí Ladeada (o del Portichuelo), llamada así por su inclinación, y la Nueva (o Derecha), que sustituyó a la anterior como atalaya para guardar la costa.

2. De la laguna a la sierra

Fuente de Piedra-Humilladero-Mollina (17,6 kilómetros. Duración: 4 horas y 30 minutos)

Las 1.364 hectáreas de zona protegida por las que se extiende la laguna de Fuente de Piedra, en la comarca de Antequera, la convierten en la más grande de Andalucía. El verdadero espectáculo en este paraje se despliega en primavera y principios de verano, cuando es elegida por miles flamencos para el nacimiento de sus pollos antes de su viaje migratorio hacia el sur. El humedal conserva a estas alturas de año un buen nivel de agua y en época de frío se pueden observar grullas. De este entorno parte un paseo que atraviesa tres núcleos urbanos y transcurre entre pinares, olivar y viñedos hasta llegar a Mollina. Las vistas más interesantes se dirigen hacia la sierra de la Camorra, horadada por multitud de cuevas. La de los Órganos, con curiosas formaciones, tiene una profundidad de 102 metros.

3. En territorio del pino resinero

Frigiliana-Cómpeta (26,4 kilómetros. Duración: unas 8 horas y 30 minutos)

De vuelta a la Axarquía se plantea la etapa más dura de las propuestas de otoño. Es larga, se avanza por zona montañosa, entre bosques de pinos resineros, y se aconseja no salir del sendero balizado. El punto más alto se alcanza en el collado de los Hornillos (a 1.180 metros), desde donde se sigue hasta la Cruz de Canillas. Aquí, las vistas hacia el mar y las sierras de Tejeda y Almijara impresionan. Antes de eso se camina por El Acebuchal y su entorno de huertos. La coqueta aldea, de casas blanquísimas en medio del pinar, ha sido restaurada por descendientes de antiguos moradores que huyeron tras la Guerra Civil para evitar el fuego cruzado entre los maquis y la Guardia Civil. Este tramo se extiende por el antiguo Camino de Granada, igual que la parte final, salpicado por un rosario de ventas.

4. Málaga ornotológica.

Málaga es Jauja para los amantes de la observación de aves. La actividad, en discreto auge, atrae especialmente a turistas británicos, muy pacientes en sus salidas al campo. En la provincia existen 30 puntos de interés ornitológico, con 200 especies distintas de pájaros. De los acantilados de Maro al mirador del Tajo, en Ronda, o El Chorro. Todos los detalles están en www.birdingmalaga.es.

5. Otra forma de conocer Marbella

Ojén-Marbella (17 kilómetros. Duración: unas 4 horas).

El paseo a los pies de sierra Blanca se hace en descenso y sin perder de vista el mar ni el pico de La Concha. La montaña marca el paisaje en este punto de la Costa del Sol, da el toque peculiar a las postales de Puerto Banús y es la responsable, por su cercanía a la franja litoral, del microclima de Marbella. La ciudad tiene una luz especial y está aislada de temperaturas extremas. Durante la bajada, en los días claros, se distingue Gibraltar, el Estrecho y la costa norte marroquí. La ruta, que se inicia en la carretera de Monda y tiene final en el frondoso pinar de Nagüeles, da fe a su paso por el Peñoncillo del pasado minero de la zona.