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El uso de las energías renovables frenará el cambio climático

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El uso de las energías renovables frenará el cambio climático

La utilización de energías renovables ralentizaría el avance del cambio climático

Que la utilización de energías renovables ralentizaría el avance del cambio climático es algo en lo que toda la comunidad científica coincide. Estas fuentes de energía se basan en recursos limpios e inagotables que nos proporciona la naturaleza. A diferencia de los combustibles fósiles, no generan gases tóxicos, por lo que no afectan al calentamiento global o al cambio climático.

La Agencia Internacional de Energías Renovables afirma que si aumentara la cuota de uso de energías renovables en el mundo hasta alcanzar el 32% del sistema energético global, habría un incremento de casi el 4% en el bienestar. Además, se generarían nuevos empleos para más de 24 millones de personas.

Existen distintas fuentes de energías limpias, entre las cuales, podemos destacar:
- Eólica, obtenida del viento.
- Solar, obtenida del sol.
- Hidráulica, obtenida de ríos y corrientes de agua dulce.
- Biomasa (procedente de la materia orgánica).
- Geotérmica (obtenida del interior de La Tierra).
- Maremotriz (obtenida de la fuerza de las mareas).
- Undimotriz (obtenida de la fuerza de las olas).
- Bioetanol (obtenida de la fermentación de vegetales).
- Biodiésel (obtenida a partir de aceites vegetales).

Todas estas fórmulas suponen un freno a la contaminación. Lo que comenzaría una muy positiva reacción en cadena que supondría la disminución como nunca hemos visto de gases de efecto invernadero. Esto conllevaría una mejora acerca del calentamiento global, y repercutiría directamente en la salvación de miles de especies, lo que supone proteger la biodiversidad. Como consecuencia, estaríamos dando pasos de gigante en la lucha contra el cambio climático.

Como dato, cabe destacar que en nuestro país, aproximadamente el 40% de la potencia instalada se encuentra representada por energías renovables.

El cambio climático pide una transición hacia energías renovables

El motivo por el que las energías renovables frenarían el cambio climático es muy sencillo: según no pocos estudios, el sector energético es el principal emisor de CO2. Por ello, si queremos evitar que la temperatura aumente con un promedio por encima de 1,5º hay que reducir esas emisiones. Para conseguirlo, es imprescindible llevar a cabo un proceso de descarbonización del sector energético.
Pensar en un mundo que utilice un sistema de energía sostenible y respetuoso con el medio ambiente al 100% parece una utopía. Pero no tiene por qué serlo. Este cambio, como demuestra el informe La recuperación económica con renovables de Greenpeace no sólo es necesario para salvar el medio ambiente y detener el calentamiento global. Además, reactivaría la economía generando millones de puestas de trabajo, tanto directos como indirectos. Y como valor añadido, se produciría un gran ahorro en todos los hogares del mundo.

La Comisión Europea también apoya estas afirmaciones. Si las emisiones netas llegaran a 0, habría beneficios sanitarios, empleo y se ahorrarían millones de euros en la importación de combustible fósil. Por ello, transformar el sistema energético actual basándonos en las renovables, nos traería grandes beneficios económicos, sociales y por supuesto ambientales.

El reto, es que para neutralizar totalmente las emisiones es necesario cambiar los patrones de producción y de consumo energético, ya que los combustibles fósiles se encuentran en prácticamente todos los sectores económicos.

Necesitamos un sistema energético en el que el consumidor juegue un papel más importante en la toma de decisiones, para garantizar la calidad del servicio. A algunos les puede sorprender este último punto. Pero resulta muy evidente si pensamos en que la gestión de la demanda de energía se puede realizar a nivel individual. Sucede, por ejemplo, en cierta medida, con las casas que instalan placas solares. No obstante, el enfoque aún dista mucho del ideal. Debemos aprovechar que la propia naturaleza ofrece soluciones para combatir el cambio climático.

Acciones para basar el sistema energético en energías renovables

Transformar el sistema energético para conseguir que las energías renovables reviertan el cambio climático, requiere un proceso de cambio muy profundo. No sólo estaríamos cambiando la manera de producir energía. También supondría traer cambios en el modelo social y económico.

Para lograr superar este gran reto, será necesaria la participación global de administraciones públicas, empresas privadas y del colectivo de la sociedad. Todo individuo tendrá que participar del proceso de transformación. Sólo así podremos garantizar el éxito. Algunas de las acciones más importantes que tendremos que llevar a cabo serán:

Desarrollar una amplia oferta basada en energías limpias. Necesitaremos una gran variedad para poder aprovechar al máximo los recursos naturales disponibles en cada zona geográfica.

Sustituir el consumo de productos basados en el petróleo por una electrificación. Será necesario cambiar totalmente algunos sectores como el automovilístico, el transporte, la industria, el hogar y los servicios.
Implantación de una nueva política fiscal de la energía. Hace falta regular los impuestos basados en las renovables de una manera radicalmente opuesta a como se trata en algunos países. Hace falta incentivar y facilitar la transformación energía desde un punto de vista económico. Igualmente, habría que endurecer las políticas fiscales para aquellos que contaminen en este ámbito.

El cambio climático pide democratización en las energías renovables

El modelo energético global necesita un gran cambio. Por eso, en pos de enfrentarnos al cambio climático y vencer, es imprescindible democratizar las energías renovables.

La democracia energética consiste en sustituir el sistema actual basado en el combustible fósil y nuclear por otro en el que las personas se sitúen por encima de las corporaciones en la vanguardia hacia una transición energética. El autoconsumo, en este aspecto, juega un papel fundamental.

Las últimas reformas de la Unión Europea establecen que la ciudadanía tiene derecho a producir, consumir, acumular e intercambiar energía. Bajo esta legislación, en teoría, los ciudadanos jugarán un papel más importante en la transición energética hacia la que debemos dirigirnos.

Dentro de esta nueva regulación europea, merece la pena destacar que el ciudadano será el gran protagonista de la transición del sistema de energía y de la implantación de las energías renovables. Dicho esto, estos son algunos de los derechos que dicha ley establece:

- Derecho a producir, almacenar, consumir y vender energía renovable.
- Derecho a no ser cargado injustamente por la energía que produce el ciudadano.
- Derecho a acceder a todos los mercados de energía apropiados directamente o a través de un tercero.
- Protección contra procedimientos discriminatorios y ciertos cargos que podrían disuadir o penalizar la participación en energías renovables.
- Derecho a participar en el intercambio de energía o intercambio de energías entre iguales.

Frenar el cambio climático pasa por transformar el modelo energético