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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 07. Cómpeta - Canillas de Aceituno

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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 07. Cómpeta - Canillas de Aceituno
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Tipo etapa Lineal
Tipo localización Sierras Litorales
Tipo de firme Precaución carretera. Carril compactado, rocoso, pedregoso, asfalto y hormigón.
Distancia 24300 m.
Tiempo estimado 8:15 h.
Punto de inicio Ermita de San Antonio. Cómpeta (NO)
Altitud 625 m.
Punto de llegada Monumento al labrador. Canillas de Aceituno (E)
Altitud 640 m.
Desnivel neto en metros 2110 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 1050 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 985 m.
Dificultad

Negro - Muy difícil

Severidad del medio natural 3
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 3
Cantidad de esfuerzo necesario 4
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Senderos que enlazan
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 24300
    Tramos de asfalto o cemento 4500 19 %
    Tramos de pista o camino forestal 10100 42 %
    Tramos de senda 9700 40 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales
    1 Ermita de San Antonio abad en Cómpeta 30S

    x=36.8372935379501 y=-3.97766514438933

    0,0 km
    2 Zona norte de Canillas de Albaida 30S

    x=36.8492697952693 y=-3.98467085813922

    2,1 km
    3 Río Turvilla Cájula 30S

    x=36.8469691740825 y=-3.99141585704893

    2,8 km
    4 Puerto de la Cruz del Muerto 30S

    x=36.8621554349018 y=-4.002493750452

    6,6 km
    5 Casa del Haro o de Jaro 30S

    x=36.8463106904419 y=-3.92319164991329

    8,4 km
    6 Puente árabe de Salares 30S

    x=36.8560751897771 y=-4.02208960408734

    10,3 km
    7 Hoya de Salamanca 30S

    x=36.8703439334512 y=-4.0253201497895

    13,6 km
    8 Río de la Puente 30S

    x=36.8683202925635 y=-4.03000514698232

    14,7 km
    9 Sedella norte 30S

    x=36.8647291246004 y=-4.03144901455903

    15,6 km
    10 Área Recreativa de Sedella 30S

    x=36.8714707741499 y=-4.0418953465952

    17,6 km
    11 Senda Tajos del Saltillo 30S

    x=36.8761834912032 y=-4.05333672613843 z=950

    19,8 km
    12 Escalera del Saltillo 30S

    x=36.8752168206741 y=-4.06067263481548 z=810

    20,8 km
    13 Puente del Saltillo 30S

    x=36.8748878354518 y=-4.06218279563253 z=690

    21,0 km
    14 Pasarelas del Saltillo 30S

    x=36.8760109582074 y=-4.06259105783415 z=775

    21,3 km
    15 Alberca acequia del Saltillo 30S

    x=36.8723382985214 y=-4.07505014086232 z=715

    23,3 km
    16 Escultura del Labrador en Canillas de Aceituno 30S

    x=36.8740396203681 y=-4.08028003549839

    24,3 km
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios
Establecimientos Gran Senda
Puntos de interés
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Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
Los ríos y el agua
Fauna
  • Entorno natural

    La Etapa 7 va cosiendo todos los pueblos de la falda de la imponente Sierra Tejeda (situados por encima de los 600 metros de altitud) llegando en un par de ocasiones hasta las 850 m, pero con todavía más de 1.200 metros de montañas rocosas hasta las cumbres que comparten Málaga y Granada. Al final, son los drenajes basales de las cuevas y simas en calizas y dolomías las que hicieron posible el asentamiento de los cinco núcleos de población, quedando entre cada par de ellos uno o más cursos de agua. El paisaje se caracteriza por lomas de arcillas y pizarras en la frontera de las rocas calcáreas, que muchas veces coincide con el límite del Parque Natural. Los pueblos están rodeados por una vegetación compleja, mezcla de cultivos de regadío, de secano y vegetación natural ruderal. Hay mucha zona de matorral xérico mediterráneo, con aulagas, jara blanca, albaidas, palmitos, enebros, jaguarzo o romero, a veces muy aclarado debido a la orientación de solana, las fuertes pendientes y los pobres suelos. En la zona de la Cruz del Muerto hay una buena representación de estas formaciones arbustivas ocupando antiguos viñedos y olivares.

    El Sendero asciende varias veces y luego baja a los diferentes arroyos y ríos, mientras que los pueblos suelen estar en una loma cercana a alguno de ellos. Aparte de los arroyuelos y acequias del principio, con olmos, almeces y álamos blancos salpicados, uno de los cursos fluviales señeros es el Turvilla, por debajo de Canillas de Albaida, de aguas permanentes y con la cercana confluencia del río Cájula. Este interesante vallecito visitable mediante pasarelas sobre una acequia de riego, se convierte posteriormente en el río Sayalonga y el Algarrobo que desemboca en la Caleta de Vélez. En la zona en la que se cruza el barranco está prácticamente cubierto de higuerones silvestres y sauces mientras que en áreas más abiertas hay unciana y adelfas; en los tajos efedra y enebro. Las acequias y el río son una localización muy importante para la fauna de odonatos: libélulas y caballitos del diablo.

    El río de los Álamos en Salares y el de la Puente en Sedella son bastante diferentes, muy arbolado el primero y solamente con adelfares el segundo. Rompiendo el componente sur de los drenajes anteriores, se unen en el río Salares hacia el oeste, conforman luego el río Rubite y tributan al río Vélez cerca de la capital de la Axarquía. Las fuentes y puntos de agua, secos en verano, se suceden delatados por las junqueras, los chopos, adelfas e incluso emborrachacabras (Coriaria myrtifolia), una rareza en este entorno en cualquier caso. El nombre de esta planta deriva de sus efectos en los animales que se alimentan de sus hojas con alcaloides, pero es el efecto de la coriamirtina de sus frutos, tan parecidos a las moras, las que han provocado algunos casos de intoxicación en humanos.

    Las masas arbóreas más importantes son los pinares de pino carrasco y, sobre todo, resinero, con algunos cipreses linderos, fruto de las repoblaciones. A veces la densidad es alta y el tamaño de los árboles, importante, pero aparecen algunos ejemplares muertos por las sucesivas sequías y enfermedades. También se ven los restos de árboles calcinados por algún incendio forestal.

    Hay una interesante regeneración de encinas e incluso quejigos y alcornoques debajo del pinar, ya con cierto porte, que están siendo ayudadas por las sucesivas cortas de pinos para aclarar la densidad de árboles. Por cierto que hay algunos carrascos y resineros de gran porte. A veces el sotobosque es de jaras, bolinas y romeros, mientras que en otras partes aparecen también enebros. Antes del Saltillo, merece la pena la observación del cambio entre el denso matorral, la zona de cortafuegos y el espartal que ocupa el borde del risco. Aquí la biodiversidad se incrementa merced al efecto ecotono.

    Con seguridad, es el del río Almanchares el curso de agua más destacable, cerca del final del recorrido. El paisaje es muy agreste, con escarpadas orillas y cortados fluviales donde prosperan pinos enriscados. Hay una clara diferencia entre las calizas del barranco y los mármoles de las cumbres de sierra Tejeda, al este y arriba. En el fondo de la cerrada, las aguas permanentes muy carbonatadas cubren las cascadas con travertinos, mientras que aparecen también graveras rodeadas de adelfares y algunos fresnos y sauces.

    Entre los reptiles, destacar el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) el de menor tamaño de nuestros dos eslizones. En comparación, tiene una forma más cilíndrica, con cinco dedos en cada extremidad y patas más desarrolladas. En lugar de a los herbazales, está asociado a medios más áridos. Incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, es un endemismo ibérico con poblaciones localmente abundantes pero aisladas unas de otras. En la provincia de Málaga está aparentemente poco extendido, aunque seguramente pase desapercibido en muchos lugares debido a sus hábitos discretos.

    La estrella de la herpetofauna es el sapo partero bético (Alytes dickhilleni). Principalmente ligada a sierras y zonas forestales, está presente a baja altitud pero también en zonas de cumbres. Los adultos son básicamente nocturnos, ocultándose durante el día en refugios como galerías de minas abandonadas, grietas en rocas o huecos en taludes y muros de piedra, nunca lejos de puntos de agua de los que dependen para la reproducción. La de esta especie es única entre los batracios malagueños: con un periodo de celo muy prolongado (de diciembre a  agosto y con cortejo y fecundación en tierra) los huevos son luego traspasados al macho que los portará hasta su eclosión. En ese momento los lleva hasta una charca o arroyo, donde se desarrollan en un periodo muy largo, de hasta un año. Es endémico del sureste peninsular y esta parte del Parque Natural es su límite occidental de distribución, de ahí la importancia en la zona y en la provincia. Está incluido como especie Vulnerable en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

    En los cultivos y zonas abiertas encontraremos abundancia de tarabillas y fringílidos como el verdecillo. En estas áreas tiene particular interés la cogujada montesina, pariente de la alondra, marrón por arriba y pálida con estriado oscuro por debajo y con una densa cresta rematando la cabeza. Es una especie con preferencia por zonas en mayor o menor pendiente pero con presencia de rocas y suelo abierto, herbazales y algunos arbustos.

    En las arboledas que el camino atraviesa no será difícil detectar al ruidoso arrendajo, con sus ásperos reclamos, quizás acosando a alguna rapaz que descansa tranquila como un gavilán o un cárabo.

    El hábitat de paredes rocosas nos vuelve a traer a joyas mediterráneas como son el roquero solitario o la collalba negra, pero quizá sea el águila perdicera (Aquila fasciata) el diamante de esta etapa. Esta gran rapaz de partes inferiores blancas con estrías y dorso amarronado cuenta en la provincia con una de las mejores poblaciones de España. Cría en cortados rocosos de gran tamaño y puede vérsele campear por su extenso territorio en busca de mamíferos como conejos y ratas o de aves como las perdices que le dan el nombre.

    A pesar de los recurrentes incendios, como se ha dicho la zona atesora una rica vegetación y con ella una variada entomofauna, que a menudo puede verse en pleno pueblo atraída por las luces del alumbrado: polillas (todas ellas inofensivas para la ropa), escarabajos, chinches (inofensivas para personas y mascotas), mántidos, crisopas y un largo etc.

    El contrapunto lo ponen los bosques isla de encinas, alcornoques y quejigos en los fondos de barranco, especialmente en la zona de la Umbría de Haro (con arbustos nobles como las cornicabras) y el Encinar de Sedella. En las zonas más claras bajo las encinas puede encontrarse durante la primavera el escarabajo longicorne del gamón (Agapanthia asphodeli), que suele localizarse posado en el tallo o en la inflorescencia de esta planta.

    Las laderas soleadas, orientadas al sur y cubiertas de matorral y esparto son el hogar de multitud de insectos, entre los que destacan, ya avanzada la primavera, el Ascaláfido Libelloides baeticus. Se trata de unos llamativos neurópteros con el cuerpo negro y las alas blancas y amarillas, que vuelan raudos persiguiendo moscas y mosquitos y que se posan con las alas desplegadas a menudo, aunque por poco tiempo.

  • Los ríos y el agua

    Merecen un recorrido sosegado los huertos de la primera parte del recorrido, en albarradas escalonadas a los pies de una acequia regada con agua procedente de una gran alberca que veremos cerca de Canillas de Albaida. La ligazón de este pueblo con el agua se comprueba en la conducción ornamental que se ve por debajo de la Ermita de Santa Ana durante el recorrido.

    Debajo de este pueblo, el señalizado como Puente Romano situado en la zona del Molino lleva varias centurias vadeando el Río Frío, resultante de la cercana confluencia de los ríos Cájula (que se tiene luego siempre a la derecha durante un buen trecho) y Turvilla (de la Real en algunos mapas y en otros de las Allanás). La Puente está prácticamente embutida entre higuerones silvestres y saos que crecen al amparo del cauce encajonado. En las zonas más abiertas hay unciana y adelfas y, sobre un tajete en umbría, efedra y enebro.

    Antes de llegar a Salares pasamos por la Umbría de Haro, por debajo del cortijo, y vadeamos el Arroyo de los Álamos (de Fogarate también), un tributario del Río Salares que enseguida cruzaremos por el puente árabe de excelente restauración. No tendremos acceso directo al cauce pero presenta una interesante vegetación de ribera y huertos con subtropicales en ambas orillas.

    Durante un tramo justo antes de entrar en el término municipal de Sedella caminaremos en subida por una de las acequias que bajan el agua, en este caso a bastante velocidad, desde la sierra en busca de los cultivos. Luego, el Río de la Puente se encuentra en las cercanías de este pueblo, cuando acabamos de bajar del Cortijo de la Herriza, pero su carácter montañero solo le permite sustentar exiguos adelfares en esta zona.

    El Molino de Montosa, recientemente restaurado, se encuentra arriba de Sedella pasando por unas cuantas huertas muy cuidadas. Se exponen a la vista el rodezno y las palas, pero merece especial atención el enorme muro de mampostería que conduce el agua al cubo por la parte trasera del edificio. Es posible ver también la enorme alberca adaptada a las curvas de nivel de terreno que aseguraba el suministro constante de agua durante la molienda.

    Por último, el Río Almanchares es famoso por su Barranco, uno de los más agrestes y largos de Sierra Tejeda. Se puede realizar la práctica deportiva del barranquismo aguas arriba de donde se cruza, siendo su dificultad media. Hay unos 8 rápeles de no mucha altura, a lo sumo 15 metros, y el acceso a la cabecera se realiza por la aérea acequia a la que se accede desde el Área Recreativa La Rahige (entre Canillas de Aceituno y Sedella). Las aguas bajan claras desde la Maroma, pero el caudal acusa mucho el estío.

  • Fauna

    Aves

    Se trata de una etapa que recorre un total de cinco localidades, que otorgan un carácter muy antropizado a la misma, con numerosos cultivos. Se suman cauces fluviales y zonas de vocación forestal, con formaciones de pinar y encinas que nos muestran parte de la vegetación potencial de estos terrenos.

    Especies Singulares

    Es una etapa que transcurre en una parte importante de su recorrido por zonas con una marcada influencia humana. Se visitan 5 localidades y se cruzan sus zonas de influencia, de modo que las especies urbanas son abundantes. Tórtola turca, vencejos común y pálido, golondrina común, avión común, avión roquero, lavandera blanca, colirrojo tizón, mirlo común, carbonero común, estorninos negro y pinto, gorrión común, jilguero y verdecillo ocupan un papel destacado en la etapa.

    A estas especies se le suman en la zona de huertos que encontramos entre Cómpeta y Canillas de Albaida tarabilla común, carbonero común, pinzón vulgar, jilguero, verderón común y verdecillo, que serán recurrentes también a lo largo de la etapa.
    En las zonas de pinar, de carrasco y resinero, podremos observar, además, paloma torcaz, tórtola común, pico picapinos, zorzales charlo y común, carbonero común, carbonero garrapinos, herrerillo capuchino, agateador común, pinzón vulgar y piquituerto, listado al que cabría añadir herrerillo común, arrendajo, papamoscas gris y lúgano cuando se trata de zonas de encinar.

    También se recorren en la etapa matorrales abiertos donde predomina la bolina, y es en estos ambientes donde la cogujada común se convierte en la protagonista, junto a otras especies como la perdiz roja, el buitrón y la curruca cabecinegra. Las acequias y zonas con presencia de agua junto a los cauces serán las zonas más apropiadas para observar curruca capirotada, chochín y oropéndola, y disfrutar del canto de los ruiseñores común y bastardo.

    Además, la cercanía a la sierra facilitará la observación de grandes rapaces, como el buitre leonado, y las águilas real y perdicera, así como otras propiamente forestales, que también encuentran el hábitat adecuado para reproducirse en este entorno (águilas culebrera y calzada, gavilán y ratonero común, principalmente). El listado de especies puede completarse incluyendo al cernícalo vulgar, halcón peregrino, mochuelo, autillo, cárabo, cuco, pito real, abubilla, abejaruco, escribano soteño y triguero.

    Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.