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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 11. Alfarnate - Villanueva del Rosario

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Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 11. Alfarnate - Villanueva del Rosario
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Tipo etapa Lineal
Tipo localización Sierras Litorales
Tipo de firme Asfalto, pista y senderos pedregoso
Distancia 15400 m.
Tiempo estimado 5:15 h.
Punto de inicio Plaza del Puente. Alfarnate (SE)
Altitud 880 m.
Punto de llegada Villanueva del Rosario (N)
Altitud 695 m.
Desnivel neto en metros 1360 m.
Desnivel acumulado de ascenso en metros 590 m.
Desnivel acumulado de descenso en metros 770 m.
Dificultad

Azul - Fácil

Severidad del medio natural 3
Orientación en el itinerario 2
Dificultad en el desplazamiento 2
Cantidad de esfuerzo necesario 3
Valoración según método MIDE
Sistema SIDIF

Resumen

Resumen
Descripción
Cómo acceder
Características
Lugares de paso
Senderos que enlazan
Formas de recorrer
  • Características
    Tipo de Tramo Longitud % del total
    Longitud Total 15400
    Tramos de asfalto o cemento 4400 29 %
    Tramos de pista o camino forestal 6600 43 %
    Tramos de senda 4400 29 %
  • Puntos de interés

    Lugares de paso

    En orden del sentido de la marcha
    En orden del sentido de la marcha
    Punto de paso Ref. UTM / altura Distancias parciales
    1 Alfarnate. Plaza del Puente 30S

    x=36.9958817502276 y=-4.25792770613816

    0,0 km
    2 Cruce A-4152 30S

    x=37.0020652331423 y=-4.27230250538907

    1,8 km
    3 Puerto del Quejigal 30S

    x=37.0083906263196 y=-4.2783873203251

    3,8 km
    4 Parque de Arborismo 30S

    x=37.0095887598226 y=-4.28596040449033

    4,8 km
    5 Erilla de Juan Moreno (cancela) 30S

    x=37.0002005760632 y=-4.29799571681792

    6,8 km
    6 Alberca y Fuente de Toma y Bebe 30S

    x=36.9927255607851 y=-4.30808317752883

    8,0 km
    7 Llano de la Cueva 30S

    x=36.991922800342884 y=-4.309766210292152

    8,3 km
    8 Mirador de Alto Hondonero 30S

    x=36.98698514722556 y=-4.317737921977113

    9,6 km
    9 Lagunas de Hondonero 30S

    x=36.9859190652387 y=-4.32201171131096

    10,2 km
    10 Fuente de Hondonero 30S

    x=36.9857409372241 y=-4.3282783397172

    11,0 km
    11 Ferrata Cerro Cazorla 30S

    x=36.9829911746824 y=-4.32993834382599

    11,4 km
    12 Fuente de la Zarza 30S

    x=36.9807990368971 y=-4.33651777748508

    12,2 km
    13 Ermita Nuestra Señora del Rosario 30S

    x=36.98771293659389 y=-4.354774144587229

    14,3 km
    14 C/Arroyo Fuente Vieja Villanueva del Rosario 30S

    x=36.9966366234341 y=-4.3618548235529

    15,4 km
  • Formas de recorrer

    En referencia a la forma de tránsito en las diferentes etapas, recordamos que éstas están dividida en tres categorías (a pie, en bicicleta todo terreno o BTT y a caballo). No obstante, cuando indicamos que se puede realizar a pie, siempre nos referimos al 100 % de la etapa; mientras que, en el caso de la BTT y a caballo, dependerá de las restricciones temporales y las normativas municipales, por lo que tendremos que elegir trazados paralelos o alternativos que nos permitan el tránsito. También recordamos que el uso de la BTT, dependiendo de la etapa o sendero, puede tener lugar por recorridos sobre pavimentos irregulares y con altos desniveles, por lo que pueden entrañar alguna o mucha dificultad técnica.

    • A pie

    Señalización

    Señalización

De interés

Cartografía
Municipios
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Documentos

Información medioambiental

Entorno natural
Los ríos y el agua
Fauna
  • Entorno natural

    La Etapa recorre el corazón de la Zona Especial de Conservación de la Sierra de Camarolos, el territorio de mayor altitud del llamado Arco Calizo Central malagueño, y de hecho aquí está su máxima cota, el Chamizo, con 1.641 metros de altitud. Las sierras, secuencialmente, son la de San Jorge, Gorda y Jobo, pasando la Gran Senda de Málaga por la mayor altitud de todo el recorrido en el Puerto del Quejigo (o el Llano de la Cueva) a 1.385 metros.

    Geológicamente se trata de sierras calcáreas (calizas y dolomías) de acusados perfiles que se elevan sobre los poco accidentados contornos, 900 metros al sur en el caso de los Llanos de Alfarnate y al norte la campiña de Villanueva del Rosario a 700 metros de altitud. En el relieve cárstico fragoso, caracterizado por lapiaces, agrios y cortados como los Tajos de Tello, Hondonero y la Madera, lo más relevante son las navas y hoyos, las depresiones cerradas en los que se ha depositado la roja arcilla de la descomposición de las rocas. En ellos el suelo es profundo y relativamente fértil, de modo que se ha usado para la agricultura, también como prados de diente para el ganado y es ahora en ellos en los que de forma más acentuada continúan su proceso de regeneración y colonización natural los bosques y matorrales mediterráneos.

    En cuanto a la descripción secuencial de los paisajes del recorrido, al principio se cruza el arroyo de los Morales, en plena vega de Alfarnate, un cauce asfixiado por los cultivos donde se ve un bonito ejemplar de álamo, algún olmo y membrillos en los taludes terrosos. A veces aparecen zonas algo mejor conservadas en cuanto a vegetación e incluso hay lugar para reptiles como el eslizón tridáctilo y la culebrilla ciega, junto con sapos comunes.

    Ya en ascenso, en las primeras pendientes los flancos rocosos de solana de la sierra, a los lados de la denominada Escarigüela, se han ido poblando paulatinamente de encinas, pero domina el aulagar con algunas cornicabras, un arbusto realmente frecuente aquí, cerca de los campos donde se han establecido los novedosos cultivos de su pariente cercano, el pistacho.  

    Luego, el terreno calizo no deja más opción que la circulación subterránea al agua de lluvia, y esto da el aspecto de desierto cárstico estival al primer puerto, el del Quejigal, salvo en algunas charcas someras que en años de buenas precipitaciones pueden permanecer varios meses. Pese al topónimo que da idea de las ancestrales especies arbóreas, en la actualidad los pinares de carrasco dominan, a veces en alta densidad; es este un nuevo lugar en el que descubrir a la ardilla roja. Abajo, realmente cerca saliéndose del Sendero y siguiendo la pista hacia el norte, el Monumento Natural Fuente de los 100 cañosNacimiento del Guadalhorce es uno de los principales drenajes típicamente septentrionales de esta descomunal sierra.

    El cordón de hoyos que sigue, como el de Virote, constituye uno de esos paisajes de especial relevancia natural. Primero, porque la arboleda adquiere sus mayores dimensiones, y segundo por algunas charcas recuperadas para ayudar a la reproducción de anfibios y otras especies animales como libélulas, caballitos del diablo, culebras de agua y galápagos leprosos. Estas charcas estacionales resultan esenciales para la supervivencia de especies como el Gallipato, el Sapo corredor, la Rana común, la Ranita meridional y el Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus). Este urodelo de cuerpo alargado presenta aquí una de las escasas poblaciones de la provincia y la más oriental, y es la de menor tamaño de nuestras tres especies. Su coloración es verdosa con grandes manchas marrones. Tanto machos como hembras tienen una línea anaranjada dorsal y ambos, en época de reproducción, una cresta en la cola y el macho en la espalda. Durante la época terrestre, muchas veces subterránea, su piel se vuelve áspera y sin brillo.

    La vegetación exuberante, de grandes pinos carrascos, encinares incipientes, algunos quejigos y grandes cornicabras trae asociada una destacable diversidad de aves. Las intricadas formaciones de majuelos, rosales silvestres y otros espinos son el hábitat idóneo para emblemas mediterráneos como la curruca carrasqueña o la mirlona y el mosquitero papialbo, así como para los más ubicuos cuco y zarcero políglota. En el sotobosque del pinar encontramos además el mosquitero ibérico como reproductor escaso, una especie muy localizada en la provincia. Los frutos de los espinos, que maduran en otoño, atraen en grandes cantidades a los mirlos capiblancos y a los zorzales alirrojos y comunes que hacen su parada migratoria en estas sierras, con algunos efectivos pasando el invierno entero.

    La parte central de la Etapa representa el culmen del agrio paisaje cárstico, el tránsito entre las sierras del Jobo y Gorda (pasando por la fuente de Toma y bebe) descubre pequeñas dolinas en un extenso lapiaz cubierto de lastones donde aparecen espinos majoletos y un piornal muy interesante con el pendejo y el piorno azul como especies más frecuentes.  En estos herbazales mezclados con rocas y arbustos dispersos, encontramos la que probablemente sea la joya ornitológica de la sierra: el Roquero rojo (Monticola saxatilis). El macho de este pájaro algo menor que un mirlo tiene la cabeza gris azulada, partes inferiores anaranjadas a rojizas y dorso oscuro con unas marcas blancas a veces muy visibles. La hembra es de colores más crípticos. La especie se reproduce solo en las mayores altitudes de la provincia, resultando una especie realmente escasa y difícil de ver. Es este también el entorno en el que ver la cabra montés o el águila real.

    En la bajada posterior hay que destacar las hiedras rupícolas cubriendo las rocas, nuevos espinares muy sobresalientes y la mayor población de Arce de Montpellier (Acer monspessulanum)  que se ve en la Gran Senda de Málaga, mezclados con quejigos. Es este un árbol que normalmente alcanza de 6 a 10 m de altura, a veces hasta 15 m. Es caducifolio, o sea, que pierde las hojas en otoño, pero es a principios de esa estación que sus hojas cambian de color tomando unas tonalidades rojizas y ocres muy llamativas que destacan en el paisaje vegetal. Su madera fue muy apreciada en ebanistería y sus hojas y ramas son buscadas selectivamente por el ganado caprino y las cabras monteses, de modo que a veces pequeños arbolitos muy ramoneados tapizan los huecos entre las rocas o llegan a parecer bonsáis naturales.

    Desde los puntos de vista geológico y geomorfológico son muy interesantes y espectaculares el Desprendimiento del Chamizo (llamado localmente El Rodadero  y situado junto mirador del Alto de Hondonero), y los Cabalgamientos de la Sierra de Camarolos; ambos están incluidos en el Inventario de Georrecursos de Andalucía. Después, la zona de Hondonero es probablemente una de las de mayor diversidad de toda la provincia. Se localizan aquí, por ejemplo, numerosas especies de orquídeas, muchas de ellas raras de ver y también algunos híbridos muy notables. Destacan también las mariposas, con 74 especies (casi el 70% de todas las de Málaga), entre ellas Agrodiaetus violetae, un endemismo bético con muy pocas localidades conocidas y considerado En Peligro de extinción en el Libro Rojo de los Invertebrados de Andalucía, a pesar de lo cual no cuenta con protección especial en la normativa andaluza. Otros insectos de interés son las libélulas, especialmente cerca de las lagunas en años de lluvias generosas, y en torno a las diferentes fuentes del entorno, pudiendo encontrarse a Libellula depressa, una de las más grandes y fornidas, de color azul el macho, y que cuenta aquí con algunas de las mejores poblaciones conocidas de la provincia.

    Pero también hay que resaltar en esta zona un nuevo núcleo de lagunas. Algunas son naturales, a veces con un proceso de restauración, y otras son de nueva creación por las administraciones provinciales. Las mismas especies citadas antes vuelven a aparecer aquí.

    A medida que se desciende aparece un nutrido rosario de pequeños puntos de agua, drenajes cársticos a pequeña escala aprovechados secularmente. La salamandra o el sapo común, de desarrollo más lento que los otros anfibios nombrados, seleccionan únicamente aquellos terrenos que aseguran la permanencia del agua, y por tanto fuentes, albercas o abrevaderos.

    En los pilares de estos chorritos se han instalado rampas de acceso para asegurar la entrada de los anfibios reproductores y la salida de los juveniles. Estas fuentes son las de Hondonero, de la Zarza, la de la Canaleja, la del Raigón y la de Urán. Pero la principal surgencia cerca de Villanueva del Rosario es el del Nacimiento o del Chorro, ya al final del recorrido. Encauzado en un azud nada más nacer, da lugar al arroyo de los Cerezos, que se une al que acompaña al GR al llegar al pueblo, el de la Canaleja, y juntos desembocan en el Guadalhorce a la altura del puente de la Teja.

  • Los ríos y el agua

    Al principio se cruza el Arroyo de los Morales, en plena vega de Alfarnate, un cauce asfixiado por los cultivos donde se ve un bonito ejemplar de álamo, algún olmo y membrillos en los taludes terrosos.

    Luego el terreno calizo no deja más opción a la circulación del agua que hacerlo de forma subterránea, salvo en los hoyos o navas donde puede encharcarse de forma estacional. Este proceso se puede ver aquí y allí en las épocas lluviosas pero es especialmente significativo en las Lagunas de Hondonero o la del Cerro Urán, a pie de sendero y con sus respectivos paneles indicadores e interpretativos, y la de la Sierra de San Jorge.

    En Hondonero, convenientemente señalizadas, se localiza un rosario de pequeñas fuentes muy importantes también para los numerosos anfibios descritos en la zona, entre los que destacan el gallipato, el tritón pigmeo, o el sapillo moteado ibérico como especies singulares y de hábitat más reducido. Las fuentes son las de Hondonero, la Zarza, la Canaleja, el Raigón y Urán. En general son pequeños aportes ubicados en los estratos arcillosos que han sido canalizados para el uso ganadero.

    Nada que ver con las grandes salidas de agua de los acuíferos carbonatados de estas enormes sierras, que drenan en dos potentes nacimientos a pie de monte, el del Nacimiento o del Chorro cuya indicación se ve enfrente de la Ermita de Nuestra Señora del Rosario y el recién declarado Monumento Natural en 2011, la Fuente de los Cien Caños en Villanueva del Trabuco, tradicional nacimiento del Río Guadalhorce a pesar de provenir este del Puerto de los Alazores.

    El Chorro, encauzado en un azud nada más nacer, da lugar al Arroyo de los Cerezos, que se une al que acompaña al GR al llegar a Villanueva del Trabuco, el Arroyo de la Canaleja. Este último arroyo fue uno de los implicados en las graves inundaciones del pueblo en septiembre de 2012 al caer una gran tromba de agua, provocando cuantiosos daños materiales

  • Fauna

    Aves

    Es la etapa en la que se alcanza una altitud mayor en el conjunto de las 35 etapas de la Gran Senda de Málaga. Se inicia en zonas llanas con cultivos y se asciende por zonas de matorral, que pasan a ser formaciones de pino y encina bastante densos, y también quejigos. En las partes altas se pasa muy cerca de cortados rocosos de envergadura y la bajada se hace a través de la dehesa de Hondonero, con cornicabras y arces y bajo el predominio de la montaña. La llegada a Villanueva del Rosario se hace en un entorno dominado por los nacimientos de agua. Así, tendremos la posibilidad de ver especies de medios abiertos, de montaña y también forestales y de ribera.

    Especies Singulares

    El principio de la etapa lo conforman zonas de cultivo donde predominan la lavandera blanca, bisbita común, cogujada común, alondra común, jilguero, pardillo, verdecillo y verderón, aunque en la misma cuesta que nos conduce a la zona de encinas aparecerán muy pronto especies de matorral como la perdiz roja, tarabilla, mirlo común, petirrojo, collalba rubia, curruca cabecinegra, zarcero común, curruca rabilarga, alcaudón común, y otras de carácter forestal como el zorzal común, carbonero común, pinzón vulgar y escribano montesino. En vuelo tendremos casi de manera continua vencejos común y pálido junto a hirundínidos (principalmente golondrinas común y dáurica y avión común), durante los meses en los que estas especies están entre nosotros.

    En las formaciones arbóreas, compuestas por pinos en primer lugar y encinas y quejigos más adelante, podrán aparecer gavilán, paloma torcaz, tórtola común, cuco, autillo, cárabo, abubilla, pico picapinos, pito real, totovía, chochín, zorzales charlo y común, curruca capirotada, reyezuelo listado, carbonero garrapinos, herrerillo común, agateador común, arrendajo, piquituerto, picogordo, escribano soteño y, algunos inviernos, escribano cerillo. En las zonas de encinar es posible ver curruca mirlona y rabilargo, y en las zonas más húmedas, con quejigos, mosquiteros ibérico.

    Ya en ambientes rocosos, que en la etapa aparecen cerca de las cotas más altas, podremos observar águila real, águila perdicera, vencejo real, avión roquero, roquero solitario, collalba negra, grajilla, chova piquirroja, cuervo y gorrión chillón. Aunque el buitre leonado no nidifica en estas sierras, se dejan ver con relativa frecuencia en grupos reducidos. Una especie singular de lo más alto de la etapa, y que puede verse durante los meses de primavera y verano, es el roquero rojo, ave de la familia de mirlos y zorzales que presenta un plumaje muy vistoso en los machos. También podremos ver en estas zonas elevadas collalba gris y acentor alpino.

    Ya en la zona de Hondoneros, en la bajada hacia el final de la etapa, se sumarán a las especies ya mencionadas la chocha perdiz y curruca zarcera en las zonas de umbría, zorzal alirrojo, mirlo capiblanco, curruca carrasqueña, mosquitero papialbo y, ocasionalmente, pinzón real. También es esta buena zona para observar el majestuoso vuelo del águila real y escuchar al búho real.

    Conforme nos acercamos al pueblo de destino se hacen más frecuentes las zonas de cultivo, donde son la tórtola turca, estorninos negro y pinto, gorriones y fringílidos las especies más frecuentes. También podremos ver lavanderas blanca y cascadeña, y ruiseñores común y bastardo en el entorno del arroyo de Los Cerezos.

    Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.