Itinerario
Una de las constantes del trayecto es el paso por más de 10 angarillas (cancelas) que dejaremos cerradas para evitar el trasiego de ganado entre fincas. Otro aspecto a tener en cuenta, sobre todo en periodos de lluvias, es la incomodidad que representa avanzar por el pegajoso barro del carril de la Dehesa de Jimera y el resto de tramos arcillosos. Ojo en los vados cuando los arroyos van crecidos. Cuidado con molestar al ganado que pasta en el territorio, sobre todo el vacuno. Si bien las vacas son apacibles, al ser incordiadas pueden enfurecerse y embestir; si las hallamos en medio del camino, lo mejor es dar un rodeo y retomar poco después el sendero.
El puente de los Alemanes, a 60 metros del cauce, nos obliga a extremar la precaución, sobre todo si nos asomamos al insondable abismo. El descenso al charco del Moro es muy empinado y resbaladizo, por ello es recomendable usar los bastones. Hasta el diseminado de Siete Pilas (Benalauría), coincidiremos con el trazado del GR 249, Gran Senda de Málaga. Al igual que en la etapa anterior, tanto Jimera de Líbar como la Cañada del Real Tesoro (Estación de Cortes) y El Colmenar (Estación de Gaucín) están comunicadas por la línea férrea Algeciras-Ronda, lo que posibilita combinar los tramos.
Resumen
El curso del Guadiaro marca la dinámica de la etapa que media entre Jimera de Líbar y El Colmenar, núcleo poblacional éste último –también conocido como Estación de Gaucín– perteneciente al municipio de Cortes de la Frontera. Casi todo el trayecto discurre por la margen izquierda del río a través de dehesas, monte y tierras de labor que se extienden desde las alturas de la dorsal interfluvial que nos separa del Valle del Genal, siempre dominadas por una sucesión de sierras de media altura, entre ellas las del Conio, Benadalid, Benalauría, del Fraile y del Hacho. En la franja contraria, en todo momento tendremos a la vista las grises calizas del macizo de Líbar, el área más oriental del Parque Natural Sierra de Grazalema, perfectamente alineada con el cauce del Guadiaro. Tan sólo en el último tramo del recorrido, al llegar al estrecho cañón de las Buitreras, espacio protegido como Monumento Natural de Andalucía, pasaremos a la otra orilla para acabar la caminata. Podemos además optar por tomar la variante de la Gran Senda de La Serranía de Ronda, que desde la laguna Honda nos acerca a la población de la Cañada del Real Tesoro para devolvernos a la ruta principal por la Pasada del Bujeo del Álamo.
Lo mejor
El GR-141 Gran Senda de la Serranía de Ronda es un sendero circular que permite recorrer buena parte de la geografía de la Serranía de Ronda en 6 etapas.
Es de sobras sabido que una de las mejores maneras de conocer un sitio es abandonar las carreteras y adentrarse en el paisaje. En la Serranía de Ronda este axioma es especialmente cierto puesto que, por razones técnicas, las modernas carreteras no se construyeron siguiendo el trazado de los viejos caminos que unían unos pueblos con otros, como sucedió en otras comarcas de orografía más suave. Hay, pues, todo un mundo interior por descubrir repleto de historias y de leyendas, de fuentes, de alquerías abandonadas, de molinos y de cortijos esperándote. Eso sí. Tendrás que dejar el coche, calzarte las botas y seguir el sendero.
La Gran Senda de la Serranía de Ronda te espera. Pero no te preocupes que no estarás solo. El camino atraviesa la mayor parte de los pequeños pueblos de la Serranía de Ronda donde podrás reponer fuerzas en alguno de los pequeños bares y restaurantes, comprar comida para el camino e incluso pernoctar en alguna de las casas rurales o pequeños hoteles.
Dejamos atrás el pueblo de Jimera de Líbar pasando por delante de su antiguo lavadero. El camino discurre a media ladera por la orilla izquierda del río atravesando dehesas de alcornoques, olivares y cortijos de sierra con inmejorables vistas hacia la Sierra de Líbar.
En la conocida como “Laguna Honda” podemos optar por acercarnos hasta el pueblo de la Cañada del Real Tesoro (o Estación de Cortes) para refrescarnos y comer un plato caliente o bien seguir recto hacia nuestro destino. Ambos caminos se juntan pocos metros después del pueblo para encajarse a la entrada del Cañón de las Buitreras, a la altura del Puente de los Alemanes, uno de los parajes más bellos y espectaculares del valle. No te extrañe encontrarte con grupos vestidos con neopreno listos para practicar barranquismo.
En este punto, el camino cruza el río y sigue por su orilla derecha, pasando por el Charco del Moro y un fotogénico puente colgante junto antes de llegar al tranquilo pueblo de El Colmenar (o Estación de Gaucín), fin de la segunda etapa.